El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció la puesta en marcha inmediata de medidas para paliar “en parte” la subida de precios de las últimas semanas y reclamó al Gobierno que actúe ya, “ayer mejor que mañana”, para reducir los precios energéticos y de combustible, ya que “no puede estar de brazos cruzados” esperando a que Europa tome decisiones.
La Xunta también aprobó la puesta en marcha de un comité de crisis para tratar la llegada de refugiados por la guerra en Ucrania a Galicia, un comité al que se podrán sumar otras administraciones, en particular la Delegación del Gobierno, a la que instó a hacerlo para coordinar la escolarización y la atención sociosanitaria de estas personas.
Tras la rueda de prensa del Consello de la Xunta, celebrada ayer en Lugo, Feijóo aseguró que la situación en Galicia es “límite en muchos sectores”, tanto por el alza de precios, que ya era un problema anterior a la guerra y que se agudizó, como por la huelga de transporte, que tiene a la comunidad “colapsada”.
Entre las medidas, Feijóo avanzó el pago adicional de 100 euros a 66.000 familias vulnerables, que ya recibían un pago de entre 128 y 373 euros del denominado bono social térmico, para el pago de la electricidad, la calefacción, el agua caliente y la cocina.
Otra medida garantiza el anticipo del pago de 200 millones de euros procedentes de la Política Agraria Común (PAC) a ganaderos y agricultores y una tercera supone dejar a cero las tasas de descarga de pescado y el uso de pantalanes en puertos de titularidad autonómica.
Feijóo abundó durante su intervención en que el Gobierno no tiene que esperar a final de mes, como anunció, para actuar sobre el alza de precios energéticos, ya que “otros países” ya están tomando medidas.
“En un hospital no puedes aplazar la atención urgente de un paciente a las próximas semanas”, comparó el presidente gallego que advirtió de que hay sectores que se están volviendo “inviables” por el alza de precios. “Trabajar a pérdidas no es razonable en un sistema democrático”, advirtió.
A esta situación se suma en los últimos días el impacto de la huelga del transporte, que está provocando una situación de “máxima preocupación” en Galicia, principalmente en el sector primario, incapaz de dar salida a sus productos, lo que a su vez comienza a producir desabastecimiento en algunos centros de distribución y consumo. Por este motivo, pidió al Gobierno que contacte con los organizadores de la huelga para intentar ponerle fin y también se dirigió a estos últimos para que sean “ponderados” en sus actuaciones.
Sobre su propuesta para reducir los impuestos que gravan la electricidad y los hidrocarburos, indicó que los presidentes autonómicos ya dieron el visto bueno en la reunión de La Palma.