Fisterra celebró este Domingo de Pascua el último de sus grabres actos de la Semana Santa, el más multitudinario, la representación de la Resurrección. Cientos de personas se dieron cita por primera vez en dos años en el campo de la iglesia parroquial para disfrutar de la escenificación, centenaria y única, y expresar su devoción al Cristo da Barba Dourada.
Además de por ser la primera vez que se celebra el evento tras la pandemia, el Domingo de Resurrección también fue especial porque la imagen de la Virxe da Resurrección lució la corona se hace unos meses se encontró en las obras de la casa rectoral, corona que cuenta con muchos años de historia.