El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha vuelto a defender la actuación "proporcionada" de la Guardia Civil en la valla de Melilla el pasado 24 de junio cuando al menos murieron 23 migrantes, y ha reafirmado una vez más que no hubo que "lamentar ninguna pérdida de vida humana en territorio nacional".
"Lo dije y lo reitero: estamos hablando de unos hechos trágicos que suceden fuera de nuestro país", ha aseverado Marlaska en su segunda comparecencia en el pleno del Congreso y horas después de una investigación de la ONG Lighthouse Reports publicada por un consorcio internacional de periódicos, entre ellos El País, que sostiene que alguna muerte se produjo en suelo español.
Una afirmación alineada con los argumentos mantenidos por los socios de Gobierno y de investidura y de la oposición que, tras visionar la semana pasada las imágenes de la tragedia, señalaron que la avalancha llegó a alcanzar la parte española, que agentes marroquíes actuaron en territorio español y que no hubo una atención sanitaria adecuada.
Considera una "irresponsabilidad" afirmar que no se atendió a los migrantes que lo necesitaron. El ministro ha reprochado a quienes pretenden justificar "el violentar una infraestructura fronteriza" para solicitar protección internacional, pues la ley de Asilo define claramente los espacios para hacerlo.
"España, no tengan ninguna duda, es un país de acogida para cualquier solicitante de asilo que llame a sus puertas pero no puede permitir que nadie intente derribarlas por la fuerza", ha dejado claro el ministro antes de reiterar que el asalto protagonizado por unos 1.700 migrantes organizados fue un intento de "agresión sobre la frontera española intolerable y violento".