El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco (PP), ha asegurado este lunes que la destitución de su vicepresidente, Juan García-Gallardo (Vox), tras la polémica de las medidas antiaborto no está "en estos momentos" en su cabeza "ni ha estado", a la vez que ha descartado adelantar las elecciones al 28-M si no hay "circunstancias extraordinariamente graves" que afecten al "interés general".
En una entrevista en Cope, Mañueco ha reconocido que en estos días "se ha debido explicar mejor" lo ocurrido en torno a las medidas que fueron pactadas con Vox y que no eran "provida" -como aseguró García-Gallardo-, ni "antiaborto", sino "mejoras" en las prestaciones a las mujeres embarazadas.
Cuestionado por una posible destitución del vicepresidente, Mañueco ha dicho que el Estatuto le faculta para "cesar a todos los miembros del Gobierno de Castilla y León" y "también convocar elecciones", aunque lo ha descartado en este momento.
Ante la pregunta de si ha pensado adelantar elecciones al 28 de mayo, para hacerlas coincidir con las municipales y las autonómicas en otras comunidades, Mañueco ha respondido: "No, no, no, no, no. Vamos a ver, absolutamente en la vida no hay nada, pero sí que es verdad que cuando convoqué las elecciones hace algo más de un año, en diciembre de 2021 lo hice pensando en primer lugar en el interés general de la Comunidad".
"No considero que en estos momentos se den las circunstancias para convocar elecciones en nuestra Comunidad. Es verdad también que se tienen que analizar las circunstancias en cada momento, yo dije eso durante bastantes meses la legislatura pasada y al final tuve que convocar porque las circunstancias y el interés general me obligaban a tomar una decisión de estas características. Mi intención es agotar el mandato", ha zanjado.
El presidente ha dicho que es necesario hacer "autocrítica" y, de cara al futuro, "mejorar la forma de comunicar las decisiones que se vayan a adoptar", porque "no era eso" -en referencia a la exposición realizada por Gallardo sobre las medidas- lo que habían pactado el PP y Vox en el Gobierno de Castilla y León.
Preguntado por las conclusiones que saca de la última semana y media en el Ejecutivo autonómico, Mañueco ha insistido en que "no era, ni es, ni va a ser intención" de su gobierno modificar el protocolo de atención a las madres que quieran abortar, sin obligar "ni a los médicos ni a las mujeres a hacer nada", en referencia al ofrecimiento del anunciado protocolo de "latido fetal" en el primer trimestre del embarazo, algo que sí estaba incluido en la nota de prensa de la Consejería de Sanidad, dirigida por el PP.