El marketing sensorial es una forma de marketing en el que se utilizan como herramientas los sentidos: el tacto, la vista, el oído, el olfato y el gusto. Su objetivo principal consiste en llegar al consumidor a través de las sensaciones y las emociones, generando un impacto y un recuerdo determinado en su inconsciente.
Diferentes estudios internacionales han demostrado que este tipo de técnicas de comercialización inciden en un mayor recuerdo y una mayor activación del estímulo de compra. De ahí que se utilice a menudo, como parte de la estrategia global de marketing, en establecimientos como restaurantes, tiendas y otro tipo de espacios.
En el mercado inmobiliario, una de las herramientas más utilizadas para vender o alquilar casas es el llamado marketing olfativo. “El sentido del olfato es unas 150.000 veces más susceptible que el de la vista, y por eso está tan vinculado con la memoria. Cada vez son más las personas y entidades que utilizan los aromas como atracción de clientes, que es lo que se conoce como marketing olfativo, y sí, en el sector inmobiliario también se utiliza”, afirma Emma Martínez, experta en mercado inmobiliario y propietaria de S2M.
El marketing sensorial es una forma de marketing en el que se utilizan como herramientas los sentidos: el tacto, la vista, el oído, el olfato y el gusto. En el mercado inmobiliario, una de las herramientas más utilizadas para vender o alquilar casas es el llamado marketing olfativo
Para esta experta, como para otros muchos, los olores que pueden ayudar a la hora de vender o alquilar una vivienda son aquellos que aportan sensación de hogar: “Suelen funcionar olores que recuerdan a un ambiente familiar, como el café recién hecho o un pastel de manzana que se acaba de hornear”, explica Martínez.
En cuanto a los olores a evitar, son sobre todo los producidos por mascotas, humedades o tabaco, que pueden generar rechazo o sensación de suciedad. Otro consejo habitual entre los profesionales consiste en ventilar bien los inmuebles antes de enseñarlos, para evitar olores indeseados y generar un clima fresco y limpio. En conjunto, todas estas pequeñas acciones pueden hacer que la visita sea una experiencia personalizada, positiva y que, en definitiva, facilite cualquier tipo de trato comercial.