El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó a Canadá y la Unión Europea con imponerles aranceles “mucho mayores” que los anunciados hasta el momento ante la posibilidad de que colaboren, según dijo, “para perjudicar económicamente” al país norteamericano.
“Si la UE colabora con Canadá para perjudicar económicamente a EEUU, se impondrán a ambos aranceles a gran escala, mucho mayores que los previstos actualmente, para proteger al mejor amigo que cada uno de esos dos países ha tenido jamás!”, argumentó en su plataforma Truth Social.
El mandatario republicano hizo estas declaraciones horas después de anunciar aranceles del 25% a los automóviles así como a piezas clave para su fabricación que sean importados, una medida que entrará en vigor el 2 de abril y que ya criticaron las autoridades canadienses y comunitarias.
Esto se produce además antes de que Trump anuncie el 2 de abril los aranceles recíprocos a los socios comerciales de la primera economía mundial.
El primer ministro canadiense criticó la decisión por ser un “ataque directo” a los trabajadores y señaló que convocará al gabinete de relaciones Canadá-EEUU.
Horas antes de la noticia, anunció un “fondo de respuesta estratégica” valorado en 2.000 millones de dólares (unos 1.860 millones de euros) para proteger los empleos del sector del automóvil en el país, impulsar la competitividad del sector, ayudar a los trabajadores a adquirir experiencia y construir “una cadena de suministro canadiense fortalecida”, recogió CBC News.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lamentó “profundamente” la decisión de Trump y ha indicado que el bloque “evaluará” la respuesta a dicha medida, así como a otras del magnate, en alusión a los aranceles recíprocos.
Asimismo, aseguró que la UE “seguirá buscando soluciones negociadas” que permitan “salvaguardar al mismo tiempo sus intereses económicos”. “Protegeremos conjuntamente a nuestros trabajadores, empresas y consumidores en toda la UE”, zanjó.
El comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, regresó recientemente de su segundo viaje a EEUU sin un acuerdo para resolver la crisis de los aranceles, pero insistió en mantener abierta la puerta del diálogo aunque quede “trabajo duro” por hacer y Bruselas siga adelante preparando las contramedidas por valor de hasta 26.000 millones de euros.
El plan inicial del Ejecutivo comunitario era activar un primer paquete de aranceles por valor de 8.000 millones de euros desde el 1 de abril, basado en un listado de productos diseñado en anteriores crisis, y una segunda, con un impacto potencial de 18.000 millones, el 13 de abril.
Bruselas dice ahora que prefiere esperar a mitad de mes para poner en marcha los dos planes en bloque por razones “técnicas”, ya que ello permite “calibrar” los aranceles y ajustar las listas a los intereses europeos, aunque admiten que además ofrece unas semanas de margen para la negociación.