El Xiria mostró dos caras muy distintas en su visita a Cangas. En la primera a los carballeses no les salió nada y fueron arrollados por un Luceros que ganaba de 7 al descanso.
En el segundo acto cambiaron las tornas y la mejoría en defensa y ataque le permitió a los visitantes darle la vuelta al choque, aunque al final no pudieron hacer valer la renta de 3 goles de que llegaron a disponer y tuvieron que conformarse con el 31-31 que campeaba en el marcador al término de los 60 minutos de juego.
En la primera mitad los de Adrián Dubra se estrellaron una y otra vez contra Javier, el portero visitante, y en defensa tampoco estuvieron bien. En este apartado las cosas empeoraron en el minuto 6 al lesionarse Jorge Bouzas tras golpearse contra una pared.
Las instrucciones del técnico visitante en el descanso surtieron efecto, de tal forma que el equipo se transformó en defensa y en ataque.
Con la remontada fue aumentando la confianza de sus jugadores, al punto de que a falta de dos minutos el Xiria ganaba de 3.
Dos pérdidas de balón permitieron empatar al Luceros a falta de 8 segundos. El último lanzamiento carballés fue muy precipitado y no entró.