El Bergantiños lo tiene cada vez más difícil para conseguir la permanencia. Contra el Laredo, el pasado domingo, perdió por la mínima en As Eiroas (0-1) y enlazó su octava derrota consecutiva, un registro que no ha firmado ningún equipo del grupo 1 de Segunda Federación, ni siquiera el colista Burgos Promesas, que tiene trece puntos.
El principal problema del conjunto de José Durán contra el Laredo fue la falta de iniciativa en el juego. No fue capaz de dominar con balón, no fue capaz de desajustar el 1-4-4-2 que propuso el rival y se contagió del juego directo y de segundo balón que proponía el equipo de Iñaki Zurimendi.
En el intercambio de golpes, en las disputas, en todo tipo de duelos tanto jugado como en acciones a balón parado, el conjunto cántabro salió ganador en un alto porcentaje. Solo en los últimos minutos, a partir del 85, y con el central y capitán Pablo Agulló como delantero y acumulando muchos jugadores en la última zona del campo consiguió inquietar y, de hecho, la mejor ocasión llegó en la última jugada del encuentro en un pase de la muerte para Pacheco con remate defectuoso del atacante alavés.
Gol
El Bergantiños volvió a perder por la mínima. El Bergantiños volvió a encajar en una acción a balón parado. Un balón colgado desde cerca del medio del campo buscando al central Santamaría, uno de sus futbolistas más poderosos en el juego aéreo, en el segundo palo. A Santamaría no lo marcaban ni Agulló, ni Quindimil sino el lateral Espeso, que se vio superado y fue Brunet el que acabó marcando en propia puerta.
El próximo domingo, el Bergan visitará al Rayo Cantabria sin su central Antón Quindimil, que contra el Laredo vio la quinta tarjeta amarilla. l