Una reunión in extremis del Laracha CF en la tarde del pasado jueves en el local social del campo municipal sirvió para finiquitar a la sociedad deportiva. El presidente, Juan Fuentes, acompañado de su esposa, también directiva, emitió ante una docena de socios informes y explicaciones de una situación que borra más de medio siglo de historia futbolística en la capital municipal de A Laracha.
El presidente distribuyó entre los asistentes copias de los informes de ingresos de la pasada temporada 23-24, por importe de 30.228 euros, y de los gastos totales, que ascienden a 43.944 euros. No obstante, Juan Fuentes cifró la deuda real en algo más de 6.000 euros, además de la deuda moral, en referencia a los compromisos con técnicos o jugadores. De la primera hizo deducciones, dado que falta por cobrar la subvención de la Diputación Provincial de este año, de 3.700 euros, con lo que apunta que la deuda se reduciría a menos de 3.000 euros.
Juan Fuentes reconoció errores en la gestión y por no haberse ido antes, pero dijo que se comprometió porque había gente que creía en poder salvar la situación y que esas mismas personas abandonaron el barco. Fuentes también reconoció que mucha gente le quería ver fuera del club.
El responsabledel ya extinto Laracha manifestó el reconocimiento de algunas deudas en las cantidades antes citadas para el caso de material deportivo, bebidas y otras menores cantidades, a las que dice que va a hacer frente. En lo que concierne al patrimonio de la sociedad, cuenta con material deportivo, ropa, camisetas, algunas botas, que pondrán a la venta para los jóvenes deportistas interesados en su ad, aparte de una lavadora seminueva en buen estado.
En esta fase de liquidación, el directivo apela a tratar de guardar en las instalaciones municipales los trofeos y recuerdos que se mantienen y, por lo demás, tratar de cumplir con los adeudado.
Entre las socios asistentes se hallaban veteranos, y el número 1 de la sociedad, Julio Álvarez Ríos, que es precisamente el presidente de la sociedad recién creada Xuventude Laracha.
La sociedad larachesa lamenta un situación esperpéntica en el club, que se achaca a la dejadez de la directiva y que echa por tierra el trabajo de entusiastas directivos que les precedieron, muchas familias y empresas que desde hace décadas dieron importantes aportaciones para ver el club desaparecido y con deudas.