El servicio de oftalmología del hospital comarcal Virxe da Xunqueira de Cee ha dado un salto cualitativo en el último año con la puesta en marcha de la unidad de retina médica y la aplicación de inyecciones intravítreas, los tratamientos para tratar las enfermedades que afectan a este órgano sensorial del ojo donde se proyectan las imágenes percibidas. Hasta octubre del pasado año los pacientes que sufrían alguna patología de este tipo tenían que ser derivados a A Coruña, de ahí la importancia de contar con este servicio en el hospital comarcal, con un área de influencia de unas 38.000 personas.
El 19 de octubre de 2021 echaba a andar la unidad de retina médica en Cee, a donde fueron derivados los 182 pacientes del área que hasta entonces se desplazaban a la capital herculina. Los primeros tiempos fueron más complicados, al tener que hacerse cargo de golpe de las primeras citas (140) y revisiones (61) hasta finales de año. La actividad continuó frenética durante el presente ejercicio, donde se incorporaron 82 nuevos pacientes y hubo 945 revisiones, superando así el millar de intervenciones en este año.
De forma casi paralela, el 2 de noviembre de 2021, comenzaban los tratamientos intravítreos, es decir, la administración de inyecciones en el ojo para tratar enfermedades oculares y proteger la visión. Entre los meses de noviembre y diciembre se realizaron 138 tratamientos, y en el presente ejercicio ya han llegado a 1.060, según indica Marta Díaz Rey, una de las oftalmólogas que trabaja en esta unidad del hospital ceense.
Hace un año empezaron con 15 pacientes, solo unos meses después ya eran 20, y continúan creciendo. Las consultas y tratamientos se realizan dos días por semana. Normalmente el tratamiento se aplica cada mes, aunque esto requiere de mucho trabajo y un estricto control por parte de los profesionales, dependiendo de la patología de cada paciente.
Las enfermedades más comunes que requieren este tipo de tratamientos son la conocida como degeneración macular asociada a la edad (DMAE), que hace unos años era sentencia de ceguera para los pacientes; el edema macular diabético, que consiste en la inflamación y acumulación de líquido en la mácula (la parte central de la retina responsable de la visión central y de los detalles) derivado de una complicación en la diabetes; obstrucciones en la vena central de la retina o una rama de la vena de la misma; y la miopía magna, es decir, con una graduación muy elevada.
En el caso de la degeneración macular asociada a la edad, aunque el paso de los años es el principal factor de riesgo, ya puede sufrirse a partir de los 50 años, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz para disponer de un tratamiento eficaz. Esto afecta a la pérdida de visión central, por lo que aparecen dificultades para distinguir el rostro de las personas, para leer, cocinar o hacer cualquiera de las labores cotidianas. Para corregir este problema se utilizan las inyecciones intraoculares de medicamentos antiangiogénicos y fármacos como Lucentis y Eyelea. A veces deben recurrir a corticoides de liberación retardada al colocar un implante.