El proyecto de ejecución de la primera fase de la variante de Carballo sigue su tramitación administrativa, aunque con lentitud. Después de tres meses de iniciarse las consultas ambientales del proyecto del trazado redactado por Noega Ingenieros, fuentes de la Consellería de Infraestruturas indican que la tramitación ambiental está “próxima a resolverse”, aunque no han puesto fechas. En este procedimiento, además de la exposición pública de 20 días, los diferentes organismos involucrados tienen que emitir informes sobre el impacto del proyecto lo que, por norma general, se dilata bastante.
Lo que digan estos informes en la resolución de la Consellería de Medio Ambiente será crucial para marcar un calendario aproximado sobre la ejecución de la variante. “Si se resuelve con una evaluación ambiental simplificada -explican las mismas fuentes autonómicas-, que evita la tramitación de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA), podría prepararse para sacar el proyecto a información pública a efectos expropiatorios”, de las 182 parcelas afectadas en las parroquias de Bértoa, Artes y Berdillo. Que se resuelva con la tramitación simplificada evitaría tener que esperar entre un año y medio o dos años por la DIA. “Cuando emitan el informe, lo sabremos”, concluyen.
Lo cierto es que las afectaciones que podría tener la infraestructura y las obras de ejecución no parece que sean menores, sobre todo en lo que se refiere al río Anllóns. Tal y como se informó en estas mismas páginas hace unos meses, la primera fase de la circunvalación de Carballo que conectará el polígono de Bértoa con las carreteras de Santiago y Ordes incluirá en su trazado un viaducto de 340 metros de longitud sobre el río Anllóns, en la zona de O Silvoso (Bértoa).
Además del viaducto, el proyecto también contempla la construcción de otras estructuras: dos pasos superiores y uno inferior sobre la variante y un muro de contención de escollera para el rego do Añón. Esta primera fase de la variante tendrá un carril por sentido y una longitud de más de 3,6 kilómetros dividido en dos tramos. El primero arrancará de la glorieta de la AC-552 que conecta con el polígono industrial y discurrirá a lo largo de 2,8 kilómetros hasta otra glorieta que conectará con la carretera de Ordes, pasando por A Ponte, Vista Alegre, O Añón y As Labradas hasta la carretera de Ordes, donde se construirá una rotonda. El segundo tramo de 800 metros partirá de esta glorieta en la AC-413 y llegará por O Quintáns hasta la carretera de Santiago, a la que se incorporarán los vehículos mediante una rotonda poco antes de la entrada de A Brea. Para el diseño se tuvo en cuenta las previsiones de intensidad de tráfico diario en los próximos 20 años, que oscilará entre 8.747 y 11.360 vehículos al día, dependiendo del tramo.