La Real Academia Galega ha confirmado el uso correcto del topónimo “Verdillo”, en contraposición con la nomenclatura oficial de la parroquia carballesa, que hasta ahora se escribía con “b”. Desde la constitución del Consello Parroquial en el año 2017, decidió utilizar el topónimo con “v”, y además en el 2018 presentó una propuesta para investigar el origen del nombre y poner así fin a la discusión. 

El Concello de Carballo trasladó la petición a la Comisión de Onomástica de la Real Academia Galega, y el pasado jueves en la primera reunión presencial desde el inicio de la pandemia se presentó el informe con la conclusión: “non é Berdillo, senón Verdillo”, tal como destacan desde el Gobierno local. 

Esta conclusión es consecuencia de un pormenorizado estudio realizado por miembros de la Comisión de Onomástica , que firma el historiador baiés Xosé María Lema Suárez, remontándose a la primera mitad del siglo XV para determinar la correcta grafía. La Real Academia explica que “na Idade Media o uso de b/v adoita ser etimolóxico, ata que a finais da Idade Media desapareceu a diferenza fonolóxica entre estes dous sons” y los topónimos empiezan a aparecer con las dos grafías indistintamente. Los expertos aseguran que la “grafía de b ou v só é indicativa do étimo se aparece consistentemente na Idade Media”, por lo que estaría justificado el uso de la forma Verdillo. 

Pendiente del cambio

Después de este informe, ahora queda pendiente la oficialización del cambio, tal como indican desde el Concello. El secretario de la RAG, Henrique Monteagudo, asegura en el informe que la toponimia de Galicia es competencia de la Xunta. “A Real Academia Galega, neste ámbito asesora ao goberno autonómico e no seu momento propoñerá que este topónimo se escriba con v. Pero ata que a Xunta de Galicia acepte esta proposta académica e a inclúa no Nomenclátor de Galicia revisado, a forma oficial segue a ser Verdillo”, señala en el informe. 

El hecho de asociar el topónimo Verdillo al color verde fue una de las razones por las que se defendía la utilización de la grafía v en el caso de la parroquia carballesa, entre otros diferentes argumentos, aunque esta idea todavía no está clara, tal como reconocen los expertos que han participado en la investigación.