El polígono de Carballo seguirá ampliando este año los servicios que presta a los transportistas. Después de habilitar hace unos años el aparcamiento de vehículos pesados, en unos meses los conductores tendrán también disponible vestuarios y duchas.
El Concello de Carballo tiene en marcha ahora mismo la contratación de estos servicios, aunque la iniciativa es de la comunidad de propietarios que presentó a la municipalidad la valoración de estas actuaciones presupuestadas en casi 46.500 euros.
En una parcela municipal ubicada al final de la calle Wolframio se instalarán dos casetas, una para las duchas y vestuario para los camioneros que realizan transporte al y desde el polígono carballés, y otra caseta de oficina. Para la instalación se realizarán todas las acometidas de abastecimiento, saneamiento y electricidad. El plazo de la actuación es de tres meses una vez que se formalice el contrato.
Este servicio será de gran beneficio para el parque industrial, teniendo en cuenta que la flota de vehículos pesados de las empresas instaladas es de casi medio millar de camiones.
Cabe recordar que a lo largo de este año el polígono de Bértoa también sumará una báscula pública para camiones. Esta báscula está incluida entre las inversiones que ejecutará el Concello de Carballo dentro del presupuesto municipal de este año.
La báscula pública para camiones supondrá poner en marcha un nuevo servicio a disposición de todos los usuarios del parque empresarial que se ha transformado en el punto de partida y de llegada de muchos transportistas. Para financiar los casi 147.000 euros que costará esta báscula, el Concello se presentará a la convocatoria de subvenciones de la Consellería de Industria. La instalación no será inmediata, ya que deberá encargarse su fabricación.
Además de aumentar los servicios, el polígono de Carballo dará en las próximas semanas un paso más hacia su profesionalización con la constitución de la primera Entidad de Conservación, Gestión y Modernización (Ecoxem) de Galicia. Desde la gerencia ya se está preparando la junta extraordinaria que tendrá lugar posiblemente en febrero o, a más tardar, antes de que acabe el trimestre, para que se aprueben los estatutos de la entidad, que después se someterán a la aprobación del pleno.