La Concejalía de Medio Ambiente e Praias del Concello de Carballo en colaboración con los agentes ambientales dependientes de la Dirección Xeral de Patrimonio Natural retiraron esta semana los montículos de piedra construidos por los bañistas y visitantes en las playas de Razo y Baldaio. 

Según explican desde el Concello, esta nueva moda asociada al turismo de naturaleza y muy popular en las redes sociales tiene consecuencias perjudiciales para la biodiversidad del litoral carballés, que es un área protegida en la que anidan especies protegidas en peligro de extinción como la píllara das dunas.
“No caso de Baldaio, o problema agrávase coa utilización de pedras procedentes do recheo realizado a raíz do taponamento da canle da ría, o que supón que se están introducindo na area elementos alleos ao espazo natural”, explican fuentes municipales en un comunicado. 

Desde el Concello hacen hincapié en que estas estructuras modifican el hábitat de especies animales y vegetales, que usan rocas como refugio o dependen de las condiciones de microclima asociadas a ellas, pero además, como indican los agentes ambientales destinados en la comarca de Bergantiños, muchas veces suponen un reclamo para otras especies ajenas a la playa, como los cánidos.

Además de la eliminación de estos montículos, el Ayuntamiento carballés pide la colaboración de los usuarios de las playas locales para erradicar este tipo de prácticas y que los arenales se utilicen para el disfrute de todos los vecinos dejándolas en las mismas condiciones en los que se encontraban.