En el municipio de Camariñas hay preocupación ciudadana ante el incremento del consumo y del tráfico de drogas. La incautación de más de 1.300 kilos de cocaína en el barco Nuevo Furuno, con base en Camelle, la semana pasada ha vuelto a poner el foco sobre este problema, del que algunas personas ya llevan tiempo advirtiendo, pero que nadie se atreve a denunciar públicamente.
El BNG de Camariñas alertó ayer de un “empeoramento da situación cos temas de drogas” y en el próximo pleno presentará una moción para que el Concello tome cartas en el asunto, aún consciente de la dificultad que esto entraña. “O Concello de Camariñas non debería de mirar para outro lado e ten que empezar a tomar cartas no asunto”, indica.
Reconocen que “a problemática non é sinxela”, puesto que el asunto es muy complejo y debe ser abordado desde una perspectiva integral. En su opinión, los problemas de juego y ludopatía, casos de violencia, especialmente contra las mujeres; peleas en las fiestas o robos son derivados de los casos de drogadicción, de ahí que sea necesario abordar el asunto de forma urgente.
El Bloque insiste en que el Concello debe abordar esta problemática “dende a dinamización socio-cultural e a revitalización das nosas vilas”, con el fin de “saír desta espiral que so nos conducirá a ser periferia”.
“Non queremos ser o Rabo de Peixe -villa portuguesa conocida por los problemas de drogas- de Galiza, a nosa comarca pode e debe ser referente en centos de cousas, mais tristemente somos coñecidos pola máis fea”, sostienen desde el BNG.