El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, defendió este jueves desde Cerceda una transición ecológica “con sentidiño y sin dogmas” porque opina que hay que pensar en las consecuencias y no “llevarlo todo por delante” con este tipo de políticas. Así lo hizo durante una visita a Gesuga, con motivo de la inauguración de su nueva planta logística. Rueda reprochó que si esta empresa quisiera instalarse ahora en Galicia “habría algunos que dirían que no” porque son los que “no quieren que se instale nada en ningún sitio” y esta compañía se habría ido a otra comunidad. En la visita estuvo acompañado por el consejero delegado de Gesuga, Ramón Devesa, y el alcalde de Cerceda, Juan Manuel Rodríguez, entre otros.
Asimismo, defendió la labor de esta empresa, que se encarga de la gestión integral de los subproductos cárnicos no destinados al consumo humano, haciendo que lo que podría ser un problema no lo sea porque “está perfectamente gestionado” y se resolvió “de forma óptima”, afirma. Hizo hincapié en el papel clave de “esta industria responsable”, que ofrece un servicio esencia “para que la ganadería pueda seguir teniendo futuro y seguir evolucionando”.
Alfonso Rueda ha recordado las imágenes de “no hace tanto tiempo” –más de 20 años– “de esas fosas donde había que meter las vacas con cal viva”, en referencia al polémico enterramiento por parte de la Xunta de reses en una mina de Mesía (A Coruña), durante la crisis por el mal de la vacas locas a finales del año 2000.
“Claro, lo piensas ahora y te echas las manos a la cabeza”, afirmó, insistiendo en que eso “es lo que había hace no mucho tiempo, igual que estaba Galicia sembrada de vertederos en todas las partes”. Así, ha puesto a Gesuga como “buen ejemplo” de una instalación “delicada”, pero que tiene “todas las garantías de cumplimiento de todo lo que hay que cumplir”, tanto a nivel medioambiental como sanitario, basada en la “economía circular” y que “no deja de investigar para ser más sostenible”.
El presidente gallego ha asegurado que hay que ser “exigentes” con las industrias que quieran implantarse en Galicia, pero ha reiterado, en plena polémica por la declaración ambiental positiva para la macroplanta de celulosa de Altri en Palas de Rei (Lugo), que existe “la obligación, casi el deber como gallegos, de intentar que si se puede crear riqueza en Galicia no se cree en otros sitios”.
Gesuga SL inició su actividad de recogida y transporte en marzo de 2005 y en noviembre empezó con el tratamiento de subproductos cárnicos, tras el cambio de hábitos que supuso la prohibición en 2001 por parte de la UE del enterramiento de los cadáveres de animales muertos en las explotaciones ganaderas por la enfermedad de la vacas locas. La compañía es la encargada del servicio de recogida, transporte y eliminación de animales muertos en explotaciones ganaderas, un contrato que la Xunta firmó con la entidad en 2015 y que fue recientemente prorrogado hasta septiembre de 2026. Además, el Gobierno gallego aportó más de 1,6 millones de euros en ayudas para mejorar la capacidad operativa de la empresa entre 2018 y 2023. En la última década, Gesuga retiró y procesó cerca de 580 millones de kilos de subprodutos, aparte de 790 millones de kilos de animales muertos en explotaciones bovinas, porcinas, avícolas, cunícolas, equinas, ovinas, caprinas y de piscifactoría.