Alberto Castro Lamas y Jesús García son dos jubilados de Ponteceso a los que desde hace mucho tiempo les une, entre otras cosas, su afición por el deporte del pedal. Ahora, disponen de más tiempo libre, llevan unos años recorriendo en bici distintos tramos homologados del Camiño de Santiago. 

Sin ir más lejos, en 2021 hicieron el Camino francés; el pasado año se decantaron por la ruta jacobea desde Sevilla; y en esta ocasión, su apuesta fue el Camino portugués.

Esta vez lo que iba a ser otra oportunidad para conocer nuevos lugares, reforzar sus sólidos lazos de amistad y renovar su espíritu aventurero, acabó convirtiéndose en algo más gracias a la intervención de la A.C. Campo do Río de Anllóns. 

La entidad los convirtió en los protagonistas centrales de la campaña “1 kilómetro=1 euro”, con la que se aspiraba a recaudar 1 euro por cada kilómetro recorrido por ambos ciclistas, para contribuir a la causa de la lucha contra el cáncer.

El éxito tampoco sería posible sin la decidida colaboración de nueve sponsor y de muchos vecinos que decidieron poner su grano de arena a título individual. 

Alberto y Jesús salieron hacia Lisboa en tren el pasado 5 de septiembre. El día siguiente lo aprovecharon para conocer los principales reclamos turísticos de la ciudad lisboeta, tras lo que el jueves 7 subieron a sus respectivas bicicletas eléctricas para iniciar el camino de regreso a la Costa da Morte.

Ayer, poco después del mediodía, llegaron al Faro de Fisterra tras recorrer un total de 861 kilómetros. En la localidad del “fin del mundo” fueron recibidos como auténticos héroes mientras sonaba la música de un grupo de gaiteros. 

Allí les esperaban el alcalde de Ponteceso, José Manuel Mato; el teniente de alcalde de Fisterra, Francisco Martínez Traba; una amplísima representación de las juntos locales contra el cáncer de Fisterra y Cabana, además de muchos vecinos de Anllóns y de otros puntos de Ponteceso.

Al término de la recepción y ante todo el público asistente, se procedió a romper la hucha de barro en la que la AC Río Anllóns, promotora de la iniciativa, fue reuniendo los donativos recibidos según iba aumentando la distancia recorrida por los esforzados ciclistas. 

El recuento final permitió aportar para la causa un total de 1.802 euros, que en días próximos serán ingresados en la cuenta de la entidad beneficiaria.

Un satisfecho Alberto Castro Lamas calificaba la experiencia de “muy agradable” y apuntaba que tanto su compañero como él quedaron “con ganas de repetir”. 

También reconocía que el hecho de contribuir a “una buena causa” hizo que esta peregrinación fuese aún más agradable y enriquecedora que las de años anteriores