El pasado fin de semana, la sala Spoerry de Vaduz se convirtió en el epicentro de la magia y la energía desbordante de la exitosa fiesta organizada por el Centro Español Apóstol Santiago de Liechtenstein. Más de 600 personas, en su mayoría procedentes de A Costa da Morte, se congregaron para ser partícipes de una velada que prometía ser memorable, y sin duda, superó todas las expectativas. La noche transcurrió entre risas, alegría y una camaradería palpable, marcando así un hito en la memoria de todos los afortunados asistentes.
La emblemática sala Spoerry de Vaduz se transformó en el escenario perfecto para albergar este evento inolvidable, donde la buena comida, la música vibrante y la compañía excepcional se fusionaron para crear una experiencia única. La velada comenzó con una magnífica cena, un festín de sabores exquisitos que no solo satisfizo los paladares de los presentes, sino que también contribuyó a forjar un ambiente de camaradería y celebración. El Centro Español Apóstol Santiago de Liechtenstein demostró un compromiso incansable al ofrecer un banquete de alta calidad, creando así un entorno propicio para la fraternidad y la conexión entre socios y amigos. La música apoyó un papel protagonista, elevando la fiesta a nuevas alturas de euforia.
Las destacadas actuaciones de la orquesta Parada de Rianxo y la Discoteca Móvil CDC, con Chicho de Coristanco al frente, mantuvieron la pista de baile llena de energía y alegría. La calidad y variedad de las melodías conquistaron incluso a los amantes más exigentes de la música, asegurando que la noche estuviera impregnada de ritmo y armonía.
Pero la velada no solo estuvo marcada por la excelencia gastronómica y musical; también contó con la presencia de una estrella internacional. Lucía Pérez, con su carisma y talento, cautivó a la audiencia al presentar su nuevo trabajo y regalarnos emocionantes interpretaciones, como la conmovedora “Camariñas”.
Es notable destacar que la mayoría de los socios y asistentes provenían de A Costa da Morte, aportando un toque especial de autenticidad y arraigo a la celebración. La conexión entre los miembros del Centro Español Apóstol Santiago de Liechtenstein se hizo tangible, creando un ambiente de comunidad y hermandad que perdurará mucho más allá de los ecos de la celebración. La participación masiva de la Asociación Cultural As Xeitosiñas de Zúrich, desplazándose para brindar su apoyo en este día tan especial, demostró la solidaridad y la unión entre diferentes comunidades.
Las palabras de agradecimiento del orgulloso presidente, Manuel Figueroa de Muxía, resonaron en la sala, expresando gratitud hacia los asistentes, autoridades, instituciones, patrocinadores y socios por contribuir al éxito de este evento memorable. La impecable organización, con la destacada colaboración de la Xunta de Galicia, Abanca y diversas empresas, fue clave para el desarrollo fluido de la fiesta. En resumen, la celebración en la sala Spoerry de Vaduz, orquestada por el Centro Español Apóstol Santiago de Liechtenstein, no fue simplemente un evento social; fue una poderosa expresión de la cultura, la amistad, la música, la identidad y las raíces gallegas dejando a todos los asistentes con recuerdos imborrables de una noche mágica.