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viernes | 5 julio | 2024
El gobierno cabanés está un poco más cerca de hacer realidad otro de sus novedosos proyectos, el de recuperar la antigua capilla de Sinde para transformarla en un centro de interpretación vinculado sobre todo al Camiño dos Faros y a la Vía Céltica, toda vez que ambas pasan por las inmediaciones de este templo en ruinas ubicado en la parroquia de Canduas.
El proyecto fue presentado a las líneas de ayudas que gestiona el GALP Costa da Morte y contará finalmente con una subvención de 200.000 euros. Turismo de Galicia contribuirá asimismo a la iniciativa con una aportación de 150.000 euros y al Concello de Cabana de Bergantiños le tocará tirar de fondos propios para completar los restantes 50.000 euros.
La capilla de Sinde tiene un emplazamiento privilegiado ya que está situado en un alto desde el que se divisa toda la ría de Corme y Laxe, la desembocadura del Anllóns y buena parte de la Ensenada da Insua.
La redacción del correspondiente anteproyecto fue encargada al arquitecto Santiago Cotón Díaz. En su trabajo destaca que por la riqueza patrimonial del municipio cabanés, su posición en la ría de Corme y Laxe, su vinculación con el mar y el marisqueo, la antigua capilla de Sinde es el lugar idóneo para albergar un centro de interpretación medioambiental.
De esta forma, el recuperado edificio se emplearía para fomentar un turismo responsable con el medio natural y funcionaría como lugar de recepción de visitantes; punto de información turística sobre Cabana y su comarca; puesta en valor del Camiño dos Faros y de la Vía Céltica; sensibilizar sobre la importancia de la flora y la fauna que encierra el estuario del Anllóns; y, en definitiva, como centro de interpretación medioambiental proporcionando experiencias sensoriales que promuevan la conservación de los recursos naturales y culturales de Cabana de Bergantiños.
La recuperada construcción contará con una zona de exposición, divulgación y realidad virtual en su espacio central, tanto en la planta baja como en la primera. De esta forma, se transformará en una zona a doble altura con muchas características propias de un espacio museístico.
Además, se habilitará un anexo a la edificación principal, donde se ubicarán espacios destinados a aseos, almacén, etcétera.
En otro de los espacios existentes se ubicará un aula ambiental para dar apoyo a las necesidades de colectivos relacionados con las actividades de la ría y con el medioambiente.
En lo tocante a equipamiento y mobiliario, deberá ser lo más versátil posible para poder adaptarse a las diferentes necesidades del centro de interpretación en sus actividades de cara a la divulgación.
Según se recoge en el anteproyecto de Santiago Cotón, la idea es recuperar y consolidar lo que queda de la edificación original de Sinde para darle un nuevo uso como centro de visitantes y de interpretación.
Para ello se diseñarán una serie de actuaciones que en todo momento se diferenciarán de las parte original.
De esta forma, se creará un nuevo edificio dentro de la envolvente de la antigua edificación de Sinde, pudiendo en todo momento integrar en este conjunto la esencia de los espacios originales, pero sin desvirtuar su geometría ni su arquitectura.
Se dejará el cuerpo central con la volumetría original, manteniendo diferenciados estos espacios centrales del trastero o del cabecero para conseguir un contenedor versátil que permita su uso como Centro de interpretación medioambiental del estuario del Anllóns.
El espacio restante quedará como una zona polifuncional que pueda servir para futuras aulas de divulgación, reuniones, etcétera.
La planta baja cuenta con una superficie útil aproximada de 350 metros cuadrados, con tres espacios diferenciados; el cuerpo o nave principal, las naves laterales más pequeñas y las capilla o ábside trasero.
Varios muros están en estado ruinoso y la nave lateral más próxima al viario se encuentra semienterrada.
En la planta primera también hay zonas en mal estado y no cuenta con cubierta. Por todo ello se hace necesaria una intervención integral en todos los elementos constructivos,
