Los narcotraficantes nunca dejarán de sorprender. Está claro que no escatiman en medios para desarrollar su actividad delictiva sin ser descubiertos y una prueba de ello es la aparición, ayer, de un narcosubmarino hundido en las inmediaciones del puerto de Vilaxoán, que se suman a las dos planeadoras abandonadas en sendas playas de Ribeira hace un par de semanas. Fue un marinero quien descubrió el sumergible siguiendo el rastro de una mancha de gasoil y tras dar aviso se montó un enorme dispositivo para tratar de reflotarlo y comprobar si transporta droga o no. Las malas condiciones del mar hicieron difícil la labor de los especialistas, por lo que será a lo largo del día de hoy, si el tiempo lo permite, cuando emerja de las profundidades y se pueda ahondar en la investigación.