Alrededor de 60 productores de leche y carne de Zas asistieron este viernes a una reunión informativa organizada por el gobierno municipal para abordar la decisión de la Consellería de Medio Rural de incluir al municipio soneirán dentro de las zonas vulnerables a la contaminación por nitratos. La medida ha generado un fuerte malestar entre los ganaderos locales, que consideran injustificada su aplicación en una zona con menor presión agroganadera que otras localidades de Galicia.
El encuentro comenzó con la intervención de Juan Carlos Lauroba, técnico de la oficina comarcal de Extensión Agraria de Baio, quien explicó los detalles de la nueva normativa y las restricciones que conlleva para los productores. Entre las principales obligaciones, destacan el registro de las aplicaciones y movimientos de abonos orgánicos, el control de los fertilizantes químicos utilizados en cada parcela y la implantación de un caderno digital de explotación. Tras su exposición, el técnico se retiró de la reunión, dejando paso a la intervención del alcalde de Zas, Manuel Muíño.
El regidor mostró su firme rechazo a la decisión de la Xunta y aseguró que el Concello hará todo lo posible para revertir la medida. “Dende o Goberno Municipal esgotaremos todas as vías para reverter esta medida e borrar a Zas desta lista. Se é necesario chegaremos ata os tribunais e ata Europa”, afirmó Muíño, destacando la importancia del sector agroganadero para la economía local.
Según explicó el alcalde, el Concello ya ha enviado un escrito a la conselleira de Medio Rural, María José Gómez Rodríguez, en el que se traslada el malestar del sector y se solicita información detallada sobre los criterios que han llevado a incluir a Zas en la lista de zonas vulnerables.
Además, Muíño solicitará una reunión con la titular de Medio Rural la próxima semana y tratará de coordinarse con otros municipios de la provincia afectados por la misma decisión, como Trazo, Tordoia, Santiso, Melide, Moeche, San Sadurniño, Valdoviño, Abegondo, Oza-Cesuras, Carral y Cerceda.
La principal preocupación de los ganaderos es el impacto que esta normativa puede tener sobre su actividad. La obligación de llevar un control exhaustivo de los fertilizantes y purines supone una carga burocrática adicional y puede conllevar sanciones si no se cumplen los nuevos requisitos. Además, el sector teme que esta declaración genere una imagen negativa de la ganadería en Zas y afecte a su viabilidad económica.
“El anuncio desta medida está a causar un enorme malestar e incerteza entre os produtores afectados”, señaló Muíño, quien cuestionó los criterios utilizados para definir las zonas vulnerables. “A todos nos chamou a atención que o noso municipio sexa unha das zonas vulnerables cando tanto na comarca e no resto da comunidade hai outros concellos cunha maior presión agro-gandeira”, añadió.
Durante la reunión, los asistentes plantearon varias hipótesis sobre los motivos que podrían haber llevado a la Xunta a incluir a Zas en la lista. Algunos ganaderos creen que se ha elegido un municipio con pocos productores para utilizarlo como “ejemplo” en la aplicación de la normativa. Otros consideran que la decisión podría estar relacionada con una estrategia para integrar a Zas en una futura red de plantas de biogás en Galicia.
Según datos del Instituto Galego de Estatística (IGE), en el municipio hay 152 granjas con una media de 40 cabezas de ganado en cada una, lo que los productores consideran insuficiente para justificar su inclusión en la lista de zonas vulnerables a la contaminación por nitratos.
Ante esta situación, el gobierno municipal ha reiterado su compromiso con la defensa del sector agroganadero y ha asegurado que seguirá presionando a la Xunta para que revise su decisión. Mientras tanto, los productores se mantienen en estado de alerta y no descartan tomar medidas de protesta si no se produce una rectificación por parte de la administración autonómica.