La Asociación Vendaval Costa da Morte continúa movilizándose para salvar el monte da Ruña, en el municipio de Mazaricos, donde se proyecta construir una estación de bombeo, con graves consecuencias para el entorno, tal como alertaron otras entidades ecologistas como Adega. La contaminación de las aguas es una de las mayores preocupaciones de los colectivos, por lo que representantes de Vendaval iniciaron una serie de reuniones con los alcaldes de la comarca para hablar de este asunto. 

Hace unos días mantuvieron un encuentro con el regidor de Corcubión y el pasado jueves lo hicieron con su homóloga de Fisterra, Áurea Domínguez, donde se abordaron las consecuencias medioambientales para la población en general y para el rico patrimonio de la zona. 

En la reunión se hizo especial hincapié en el problema de contaminación del agua que se consume, que afecta directamente a la Mancomunidad de Fisterra, de la que además de este concello forman parte los de Muxía, Cee, Dumbría y Corcubión. 

Según explican desde Vendaval, la alcaldesa fisterrán mostró su interés por conocer los diferentes informes técnicos que existen relacionados con este proyecto. Además, confirmó que tratarían este asunto en las próximas reuniones que celebrará la Mancomunidade y ofreció las instalaciones municipales para las acciones informativas que se realicen con los vecinos. 

Vendaval también se reunirá con los responsables de los concellos de Muros y Carnota, que, a pesar de no pertenecer a la Mancomunidade resultarían igualmente afectados por la construcción de la balsa. 
El catedrático Vidal Romaní también alertó del desastre ecológico que provocarían las instalaciones, además de la desaparición del último glaciar rocoso de la costa atlántica gallega.