El BNG de Vimianzo acusa a la alcaldesa, Mónica Rodríguez, de cambiar de versión sobre el catastro y de hacer unas declaraciones “repletas de contradicións que reflexan a neglixencia na xestión do problema do catrastro”. Asegura que mientras el pasado año la regidora afirmaba que la revisión catastral se producía porque el Concello no contestó a una notificación, “agora cambia a súa versión e asegura que os recibidos da contribución que recibiron os veciños no 2022 e 2023 nada teñen que ver con esa notificación”.
En vista de la situación, el Bloque no entiende “como a alcaldesa nos acusa de mentireiros”, puesto que se han basado en sus declaraciones a los medios de comunicación.
Por otra parte, insiste en que la oficina del catastro anunció las revisiones para Vimianzo en tres años: 2020, 2021 y 2022, por lo que se sorprende de que diga “tan alegremente que o Concello non ten a obriga de estar pendente das notificacións do Ministerio de Facenda”, ya que sí es su “obriga”. Sin embargo, el BNG cree que lo “fácil é recadar cartos á conta dos vecinos e logo batarlle a culpa ó catastro”, y se pregunta como el gobierno local tiene la “desvergonza” de defender su actuación.
Los nacionalistas afirman que Vimianzo tiene los mismos plazos para presentar alegaciones que los demás concellos, sin embargo, otros “previron o problema e actuaron en prazo, o que non foi así en Vimianzo”, y fue el único que pidió una ampliación del plazo. El BNG afirma que el Concello solo reaccionó cuando vio las colas de los afectados en la plaza. También recuerdan que en el año 2016 todos los grupos de la Corporación acordaron en pleno una bajada impositiva del 0,6 al 0,5. “E tanto o seu grupo como o goberno da época eran moi conscientes que tiñan que afrontar unha débeda de 2.5 millóns de euros recibida do goberno anterior, derivada do sobrecusto na Casa de Cultura”, añaden.
Por otra parte, el BNG recuerda que la Diputación se había comprometido a financiar con más de 250.000 euros el proyecto en torno al castillo y pregunta por qué el Gobierno no siguió con el proceso de comprar las fincas pendientes para llevarlo a cabo, y no hizo cambios en el proyecto para tener autorización de Patrimonio. “Todo esto tendo en conta que se contaba cunha cantidade grande de diñeiro no banco”, destaca.