Las concentraciones y tractoradas del sector agroganadero han llegado a las carreteras y calles de Galicia. Una de ellas se ha producido en Vimianzo, donde se han juntado alrededor de cincuenta tractores de productores de las comarcas de Soneira y Fisterra, para marchar por la carretera principal AC-552.
Los trabajadores del sector, junto a las organizaciones agrarias gallegas, tienen unas reivindicaciones principales muy definidas: precios justos para sus productos, rechazo de los tratados de libre comercio; eliminar la burocratización que les asfixia; importes superficies para atender las solicitudes de producción en ecológico, así como la totalidad de expedientes de agroambiente y clima y las ayudas de incorporación; recuperación de la tierra agrícola y su especial protección, y apoyos al sector frente a nuevos retos; fomentar el acceso de la población a los alimentos apoyando los mercados locales y los circuitos cortos; mantenimiento de la reducción en el precio del gasóleo para el sector, así como las condiciones del gasóleo agrícola profesional; remuneración de los daños de fauna salvaje y del lucro cesante y la totalidad de las pérdidas ocasionadas; creación de la figura del mediador en la negociación de contratos y puesta en marcha de observatorios de precios en los productos agroganaderos.
El Sindicato Labrego Galego, Unións Agrarias y Asaga han emitido un manifiesto conjunto con motivo de las concentraciones llevadas a cabo durante la jornada de ayer en varias localidades a lo largo de toda Galicia.
En el mismo, explican que están “fartas e fartos” de que no se cumpla la Lei de Cadea Alimentaria; de ver cómo las administraciones reconocen los problemas del campo pero hacen “pouco oy nada por solucionalos e trasladando a responsabilidade de institución en institución; de “vernos sempre colocados no ollo do furacán: constantemente sinalados por culpa dun cambio climático e duns problemas ambientais, culpa doutras actividades industriais e modelos de produción agresivos co medio e coas persoas; obrigados a adaptarnos para ser cada vez máis eficientes e sustentables pero nunca premiados;” de ver cómo el mercado está “inundado con produtos de países extracomunitarios aos que non se lles esixe o cumprimento desas mesmas normativas”.
Añaden que están “fartas e fartos” de verse agobiados por la entrada en vigor de nuevas normativas que aumenta la carga burocrática y los costes de producción; de tener exigencias cada vez más estrictas por parte de las instituciones europeas, nacionales y autonómicas; y de discursos “baleiros sobre a loita contra o despoboamento e a necesidade de impulsar o relevo xeracional”. Afirman que, por todo eso, “temos impulsado unha fronte común e por iso saímos hoxe á rúa.” A lo que añaden que la lucha está también en los despachos “dos que depende o noso presente e o noso futuro”.