La sección tercera de la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha suspendido siete parques eólicos más, de forma que el total de paralizaciones alcanza las 27. Entre las nuevas suspensiones figuran los parques Monte da Croa (Dumbría y Vimianzo) y Meirama (Carral, Cerceda y Ordes).

En el caso de Meirama, se trata de un parque promovido por Naturgy para construir diez aerogeneradores con un total de 44,5 megavatios hora, en lugar de trece inicialmente. El recurso presentado por la firma Ancocel alega que hubo un “fraccionamiento fraudulento” del proyecto en dos parques, el de Meirama y el de Encobras, “para eludir el límite competencial de 50 megavatios de la Xunta”.

En el caso de Monte da Croa se trata de una paralización cautelar a instancias de Adega. El proyecto, promovido por Cartelar Vimira 24, de Villar Mir, incluye siete aerogeneradores que suman una potencia de 27,90 mw.

Adega apunta que el TSXG fundamenta la paralización cautelar en las pruebas aportadas por la asociación ecologista en cuanto “a las deficiencias en la evaluación de impacto ambiental del proyecto, en particular sobre los efectos en la avifauna y en el lobo ibérico”. El auto judicial destaca de forma especial “el potencial riesgo de efecto barrera que un alta densidad de infraestructuras eólicas puede tener sobre las poblaciones de aves y murciélagos”, explican desde Adega. El auto también tiene en cuenta la afectación que la construcción del parque podría tener sobre el núcleo reproductor estable de lobo ibérico. 

El TSXG considera que debe prevalecer la preservación del medio ambiente “frente a os intereses públicos en la utilización de las energías renovables y económicos de la promotora”, por lo que aboga por evitar que se produzcan “perjuicios de difícil reparación al medio ambiente”.

Adega expresa su satisfacción por esta resolución del TSXG ya que “representa un paso importante frente a la presión eólica que ya a día de hoy sufre la Costa da Morte y reconocida por la propia Xunta, además de hacer prevalecer cautelarmente la protección de especies y hábitats amenazados por delante de un modelo eólico que tiene sobradamente demostrado su carácter abusivo, irregular y depredador del territorio”.