Más de 110.000 personas con cáncer en España están en edad de trabajar, pero tienen un 34% más de posibilidades de quedarse sin empleo que las demás y, de hecho, un 28% lo perdió o dejó y el 21% tuvo que cambiar de puesto de trabajo.

Organizado por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y presidido por la reina Letizia, el acto institucional del Día Mundial del Cáncer, que se celebra cada 4 de febrero, puso este año el foco en el impacto laboral que los pacientes oncológicos añaden a las secuelas de la enfermedad pero no solo ellos, también sus cuidadores.

Porque todos “conocemos a gente muy querida que ha tenido un diagnóstico de cáncer” y que trabaja, comenzó la reina, quien resaltó que disponer de información, sentir confianza y tener cariño son elementos clave para que estas personas superen y venzan los obstáculos que están en el camino, también el laboral.

Diagnósticos

Cada año se diagnostican en España unos 295.000 nuevos casos de cáncer, más de un 38% (unos 110.000) en personas en edad laboral; el 35,3% se detecta entre los 45 y los 64 años. Aunque depende del tumor, el trabajo o el género, el cáncer es la enfermedad crónica con mayor riesgo de desempleo, señaló el presidente de la AECC, Ramón Reyes; de hecho, los pacientes presentan un riesgo un 34% superior a perder su trabajo, y un 28% se quedó sin él. Durante el tiempo que se prolonga la incapacidad ven reducidas sus nóminas un 25%, lo que les hunde en una situación económicamente vulnerable; el coste del cáncer para el 41% de las familias supera los 10.000 euros.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, subrayó que los pacientes oncológicos tienen derecho a solicitar el reconocimiento del grado de discapacidad, “no solo por sus posibles afectaciones o secuelas físicas, también por otras de carácter emocional y psicológico”. Recordó que su departamento va a corregir la discriminación que supone la extinción automática de la relación laboral en algunos casos por afectaciones de invalideces de ciertos tipos, una medida vigente en la normativa laboral. 

Para Díaz, el trabajo desempeña un papel central en la calidad de vida de las personas que padecen o superan un cáncer. “De ahí la importancia de facilitar la vuelta al trabajo”, añadió y expresó su “más sincero agradecimiento” a la reina por su “sensibilidad social que manifiesta a través de su compromiso y apoyo a esta y tantas otras causas”.

Conciencia y modernización

Pacientes cuidadores sufren el zarpazo emocional y laboral del cáncer. Así, Sara Crespo, responsable de atención social de la AECC, pidió “concienciar a todos los agentes sociales de la necesidad” de protegerles. 

María Jesús Terradillos, directora de Promoción de la Salud y Epidemiología Laboral del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, incidió en que los convenios colectivos pueden ser una herramienta con la que mejorar las condiciones de los trabajadores oncológicos.

Mientras que Olimpia del Águila, responsable de las áreas de Seguridad Social e Igualdad de la CEOE, invitó a “avanzar en la modernización y trabajo sobre nuevos riesgos” y en brindar “toda la calidez en el acompañamiento” a estas personas porque “una empresa no es otra cosa que sus trabajadores”. 

Por último, Ana García de la Torre, secretaria confederal de Salud Laboral de UGT, resaltó que uno de cada tres tumores puede tener un origen laboral y “es importante que afloren”, al tiempo que garantizó que “se puede hacer una reincoporación saludable y duradera” siempre y cuando se adopten medidas que permitan la flexibilidad.