El Observatorio de Violencias Institucionales Machistas (OVIM), el primero en España y Europa, inició su camino este viernes desde Barcelona con el objetivo de recoger y canalizar las denuncias de víctimas de violencia machista institucional.
Tras este observatorio, presentado en el marco del Foro Internacional de Observatorios Feministas, se encuentran la Asociación Helia y Almena Cooperativa Feminista, junto a más de 20 organizaciones feministas de diferentes comunidades (Andalucía, Canarias, Cataluña, Comunidad de Madrid, Comunidad Foral de Navarra, Comunidad Valenciana, Extremadura), así como expertas a título individual.
Este canal de denuncia colectiva, al que se puede contactar de forma anónima, se dirige tanto a mujeres que han vivido una situación de violencia institucional machista como a su entorno o a organizaciones, profesionales o activistas que han sido testigo.
Sus responsables explicaron que hay diversas situaciones que son directa o indirectamente violencia institucional, desde cancelar programas para violencias machistas a no hacer adecuado acompañamiento con servicios y ayudas, pero también se da cuando un policía o un juez no tiene formación con perspectiva de género para llevar a cabo su trabajo, por ejemplo.
En ese sentido, desde este nuevo observatorio pretenden ser una “plataforma de la sociedad civil” que “vigile” la producción de violencias institucionales machistas por parte de las instituciones, entidades, servicios y profesionales públicos, para exigir que asuman responsabilidades a la hora de garantizar “el derecho de las mujeres a una vida libre de violencias machistas”.
Desde el observatorio recordaron que se dirigen a todas las mujeres que viven violencias machistas independientemente de su condición socioeconómica, así como a las organizaciones feministas defensoras de derechos, que consideran “informantes clave” por su papel de denuncia colectiva e identificación de las violencias institucionales machistas.
Dos de sus representantes, Liliana Aragón, de la Asociación Hélia, y Alba Moreira, de Almena, pusieron el acento en la “importancia de documentar casos e historias de violencia institucional machista para potenciar la incidencia política”.
Moreira apuntó que la recogida anónima de la información quiere facilitar la denuncia, que en cualquier caso pretende ser “una denuncia colectiva” pues el acompañamiento a la víctima debe proveerlo, precisamente, la administración, en primer lugar.
Una de las participantes en el foro de presentación, la abogada feminista Laia Serra quiso destacar asimismo que “es prioritario capitanear la lucha contra las violencias institucionales machistas desde las entidades para no dar la espalda a las mujeres que se animan a quejarse ante la Administración Pública”.
Entre los observatorios presentes se encontraban tres internacionales: el Observatorio Colombiano de Feminicidios, el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio de México y el Observatório das Mulheres de Mozambique.
El OVIM tiene apoyo financiero del el Ministerio de Igualdad del Gobierno, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo y el Departamento de Feminismos catalán, entre otros.