Una nueva técnica que activa la capacidad de fecundar de los espermatozoides reproduciendo en el laboratorio el proceso que se da naturalmente en el tracto reproductivo de la mujer ha dado fruto al primer bebé, nacido en Argentina, con este nuevo método, desarrollado por la "start-up" de tecnología médica Fecundis, del Parque Científico de Barcelona.
El primer estudio clínico para validar la nueva técnica ha concluido con el nacimiento de un niño de pacientes con un largo historial de infertilidad y abre las puertas a un aumento de las tasas de éxito de los tratamientos de reproducción asistida, según han explicado la experta en medicina reproductiva Rita Vassena, CEO de Fecundis.
La nueva técnica hace que el número de embriones de alta calidad a partir de espermatozoides tratados aumente un 63 %, lo que permitiría reducir a la mitad el tiempo y coste de los tratamientos de reproducción asistida, en los que habitualmente solo uno de cada tres resulta en un nacimiento.
Según Vassena, para mejorar estos resultados, históricamente se ha centrado la atención en el óvulo, pero se ha demostrado que la actividad del semen contribuye más allá que en la fecundación y que su actividad es clave para un buen desarrollo de los embriones y el éxito de los tratamientos.
El bebé ha nacido en Argentina fruto de un tratamiento en la clínica In Vitro de Buenos Aires, que colabora en la investigación junto con CONICET y la Universidad Nacional de Rosario, mientras que otros dos embarazos logrados con la misma técnica se encuentran actualmente en el tercer trimestre.
La técnica de activación de los espermatozoides desarrollada por Fecundis, denominada HyperSperm, reproduce en los espermatozoides los mismos cambios bioquímicos que se generan de forma natural en el tracto reproductor femenino durante una fecundación espontánea.
Estos cambios permiten al espermatozoide adquirir una capacidad de movimiento llamada hiperactivación, que es crítica para el éxito de las fecundaciones y que, sin embargo, no se reproduce correctamente con las técnicas actuales de reproducción asistida.
"En las clínicas de reproducción asistida, en general, se presta poca atención a los espermatozoides y carecemos de protocolos estandarizados de manejo del semen", según Vassena.
"Cada vez más entendemos que el rol del espermatozoide va más allá de la fecundación y puede afectar al desarrollo de los embriones y hasta al éxito de los embarazos; hemos desarrollado nuestro tratamiento con esta nueva mirada hacia el gameto masculino, con el objetivo de maximizar el éxito de los tratamientos para todos los pacientes", ha añadido.
Durante años, el espermatozoide ha sido considerado como un mero medio de transporte para la contribución genética del padre al embrión.
"Hoy sabemos que las funciones del espermatozoide van mucho más allá de solo proveer de material genético paterno al ovocito", ha resaltado el biólogo Dario Krapf, responsable del área de I+D+i de Fecundis.
Según Krapf, los procesos moleculares que se desarrollan tras la eyaculación (capacitación espermática) tienen un efecto crucial para el correcto desarrollo del embrión.
Para probar la viabilidad de la técnica en un contexto de tratamiento de la infertilidad, Fecundis inició en 2022 un ensayo piloto en Argentina, donde la empresa desarrolla parte de su actividad y donde seleccionaron a 10 parejas infértiles con un dilatado historial de tratamientos de fecundación in vitro (FIV) sin éxito, y que recurrían a un nuevo tratamiento con óvulos de donantes.
Para hacer el estudio dividieron los óvulos de cada pareja en dos grupos: la mitad se fecundaron según la técnica habitual mientras que la otra mitad se fecundó tras tratar el semen con HyperSperm.
Así vieron que los espermatozoides tratados con HyperSperm generaron un 63 % más de embriones de alta calidad en comparación con los controles.
Sin embargo, los investigadores han puntualizado que se trata de un estudio piloto de tamaño y alcance limitados, pero ya están preparando ensayos de mayor tamaño.
La empresa Fecundis, con sede en el Parque Científico de Barcelona, fue fundada en 2022 por Rita Vassena, que fue la directora científica del Grupo Eugin, y los científicos Mariano Buffone y Dario Krapf, especializados en investigar la biología espermática.