Físicos defienden que el cambio de hora adapta la actividad humana a la naturaleza

Los expertos en la materia discrepan sobre si tiene un “impacto real” en el ahorro de energía
Físicos defienden que el cambio de hora adapta la actividad humana a la naturaleza
Una persona consulta un móvil en el que se informa del cambio de horario | Aec

Profesores universitarios de Física señalan que el cambio de hora ayuda a adaptar la actividad humana a las variaciones de la naturaleza, pero discrepan sobre si tiene “un impacto real” sobre el ahorro de energía.


El físico de la Universidad de Sevilla, José María Martín Olalla, admitió que es “un poco escéptico” respecto a la afirmación de que el cambio de hora supone un ahorro de energía. 

 

Aun así, reconoció que es una idea “bastante intuitiva”, en el sentido de que, si no se cambiara la hora, esto supondría un “gasto energético” en invierno al entrar a trabajar cuando aún fuera de noche y un “desaprovechamiento” energético en primavera, cuando no se utilizaran horas de luz diurna para hacer actividades.


En su opinión, el cambio “tiene una lógica detrás”, que es “alinear” el inicio de la actividad social, y que es uno de los mecanismos que “trata de adaptar la actividad humana a las variaciones de naturaleza y a la estación”, explicó.


El experto mencionó a las Cortes de Cádiz que, en 1810, “hacían su particular cambio de hora no por ahorro energético, sino porque estaban en una ciudad con veranos cálidos y decidían empezar las sesiones antes de que apretara el calor”.


Por su parte, el catedrático del Departamento de Física Aplicada de la Universidad de Santiago, Jorge Mira, defendió que el cambio de hora supone un ahorro energético al desplazar una hora de luz a la tarde. Aun así, insistió en que el mayor beneficio es  el que proporciona a la salud “el hecho de vivir alineados con el ciclo natural”. 

 

Tal y como señaló, el cambio de hora es necesario porque “intenta mimetizar el cambio natural que tiene la hora de salida del Sol a lo largo del año”.


“Las personas que vivían en el Neolítico, ya hacían su cambio estacional de hora natural. Y es que mañana (por hoy) se hubiesen levantado un minuto más tarde que hoy (por ayer), porque el Sol sale un minuto más tarde. Pero claro, el ser humano ya no vive mirando al horizonte cuando sale el Sol, se guía por un aparato mecánico, el reloj”, indicó. 

Físicos defienden que el cambio de hora adapta la actividad humana a la naturaleza

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