Más de 50.000 personas llegaron a Muxía el fin de semana de la Barca para disfrutar de la tradicional romería. Así lo confirmaron ayer desde la Asociación da Romaría da Barca de Muxía, organizadora del evento, quien también destacó el carácter cada vez más internacional de la fiesta y el aumento de visitantes extranjeros.
El presidente de la entidad, Ramón Pérez Barrientos, destacó un incremento en la participación de los actos lúdicos y religiosos con respecto al pasado año, mostrando su satisfacción por las buenas cifras. La semana de las fiestas se registró un 100% de la ocupación hotelera, con más de 2.000 camas en la localidad. También hubo lleno en los restaurante locales y una actividad frenética en las tres carpas de pulpeiras -con una capacidad media de 1.000 personas- y en los más de 20 puestos de comida instalados en el pueblo. “De feito, varios dos postos esgotaron as existencias de produto”, indicó Ramón Pérez, quien anuncia que en la próxima edición se incrementará el servicio de comida y bebida ambulante.
Ramómn Pérez asegura que en las últimas ediciones ya se viene notando un incremento de visitantes extranjeros, que se acentuó este año. Entre las procedencias destacan los de Sudamérica, al haber muchos emigrantes en países como Argentina, Uruguay o Paraguay, que aprovechan para visitar a sus familiares.
También llamó mucho la atención un grupo de peregrinos asiáticos, que mostraron mucho interés por los oficios del santuario, así como por el resto de la programación festiva. También hubo muchos visitantes de Portugal, desde donde se fletaron varios autobuses, sobre todo el domingo, el día grande de la Barca.
Dentro del territorio nacional sorprendió el incremento de grupos de Andalucía. El domingo llegaron dos buses desde Chiclana de la Frontera con más de un centenar de personas, tal como indicó Ramón Barrientos.
Las jornadas más multitudinarias fueron el sábado y el domingo de la Barca, con una media de 20.000 personas cada día, según informan desde la entidad organizadora. La misa campestre del domingo también fue multitudinaria, con unas 5.000 personas. El último día de la fiesta también se superaron las 5.000 personas, mientras que el viernes fueron cerca de esa cifra. El jueves fue el día más flojo, como es habitual