Manuel Liñeiro Lema, el que fue el párroco de Muxía durante 40 años hasta el pasado mes de abril que se jubiló, falleció ayer a los 95 años. Desde entonces estaba residiendo con un familiar en Cádiz, donde falleció.
Sus restos mortales son trasladados a la iglesia de Moraime, donde se velará este sábado desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde, cuando se oficiará el entierro en el mismo templo, presidido por el Arzobispo, Francisco Prieto.
Manuel Liñeiro era natural del lugar de Ribas, en la misma parroquia muxiana de Moraime.
El próximo lunes a las 19.00 horas se celebrará el funeral en el santuario de la Barca, donde se dieron muchas muestras de dolor y condolencia.