El alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, expresó este lunes preocupación por la escalada de tensiones entre Israel y el Líbano e instó a los líderes reunidos esta semana en la ONU a mediar para evitar "una guerra completa".
El jefe de la diplomacia europea mantuvo este lunes reuniones informales con los cancilleres europeos en los márgenes de la Asamblea General, en Nueva York, y dijo que un tema central fue el intercambio de fuego entre Israel y Hizbulá y la incapacidad del Consejo de Seguridad para "tomar decisiones".
En un encuentro con medios tras esa reunión, Borrell abordó los últimos acontecimientos en el conflicto en Oriente Medio y sentenció: "Aún esperamos y trabajamos para frenar esta escalada pero el peor escenario, tengo que decirlo, se está materializando y las peores expectativas se están haciendo realidad".
Señaló que desde el martes pasado en Líbano han muerto 500 personas y resultado heridas 4.400, muchas mujeres y niños, lo que consideró un "precio inaceptable" y "una situación de guerra", aunque no haya habido una invasión terrestre, que exige "renovar los esfuerzos de mediación diplomática".
"Y aquí en Nueva York es el momento de hacerlo, todo el mundo debe poner toda su capacidad en parar este camino hacia la guerra", advirtió, destacando que "el camino hacia la paz empieza con un solo paso, el alto al fuego en Gaza".
"Seguimos pidiendo el cese al fuego inmediato en la Línea Azul y en Gaza. No son diferentes, están entrecruzados: lo que está ocurriendo en Gaza está desencadenando otros escenarios de guerra en Líbano, en el Mar Rojo (...) y en Cisjordania, llamadas Judea y Samaria abiertamente por las autoridades israelíes", dijo.
Preguntado por la capacidad de Estados Unidos de influir en Israel, Borrell reconoció que hasta ahora la diplomacia "no ha podido parar la guerra" y afeó que "en la negociación, ambas partes están procrastinando".
Y refiriéndose a conflictos pasados en Líbano, recordó que "la presión diplomática se unió a, digamos, medidas de incentivo. Y por ahora ese no es el caso. ¿Por qué debería cambiar mi comportamiento si no pago multas, por qué debería cambiar si no hay consecuencias? Esta semana hablaremos de ello", apostilló.
Además, Borrell mencionó a una cena de diplomáticos celebrada el domingo por la noche sobre "las perspectivas de paz en Oriente Medio" y señaló que uno de los asistentes, sin identificar, dijo que hay que "empezar a hablar de la solución política sin esperar el alto al fuego porque quizás no llegue nunca".
Asimismo, dijo que debe entenderse "quién hace qué" en el conflicto, consideró "evidente la influencia de Irán en la política libanesa" y vio esencial que la UE mantenga "líneas de comunicación" con Irán, confirmando que se reunirá con su homólogo iraní esta semana para "hablar de todo, y particularmente del pacto nuclear".
En una jornada de violencia sin precedentes desde el estallido del intercambio de fuego con el grupo chií Hizbulá hace casi un año, Israel desató este lunes una campaña masiva de bombardeos contra diferentes puntos del Líbano que ha dejado hasta el momento 492 muertos, al menos 24 de ellos niños, unos 1.600 heridos y miles de familias desplazadas.
Los miedos a una guerra abierta en territorio del Líbano se han avivado desde primera hora de la mañana, cuando Israel empezó a lanzar intensos bombardeos contra diferentes áreas del sur del Líbano y también del Valle de la Bekaa, en el este del país, unas acciones que no han cesado en todo el día en esos feudos de Hizbulá.
Como resultado, al menos 492 personas han muerto y otras 1.645 han resultado heridas en estos ataques, según informaciones del Ministerio de Salud Pública libanés citadas por los diarios israelíes The Times of Israel y Haaretz.
"Como consecuencia de estos ataques, se desplazaron miles de familias de las zonas objetivos de las acciones", dijo el ministro libanés de Salus Pública, Firas Abiad, en una rueda de prensa en la que no ofreció cifras específicas sobre cuántas personas u zonas están afectadas por las evacuaciones.
Ante esta situación, el Gobierno libanés ha ordenado la apertura de colegios e institutos en varias zonas del país para acoger a los desplazados que huyen principalmente hacia el norte y el oeste del país, así como hacia Beirut, pese a que los suburbios sur de la capital del Líbano tampoco se ha librado de un ataque de "precisión" israelí.
También se han registrado evacuaciones en esos suburbios capitalinos conocidos como el Dahye, un bastión de Hizbulá que hace tres días ya fue objetivo de otro bombardeo que acabó con la vida de más de medio centenar de personas, entre ellas más de una docena de altos cargos de la formación aliada de Irán.
Según la Agencia Nacional de Noticias (ANN), la entrada a la ciudad meridional de Sidón, en la principal autovía costera del país, está registrando fuertes atascos debido a la cantidad de vehículos que están abandonando las zonas más al sur.
Uno de los colegios habilitados como albergues para los desplazados a las afueras de la capital está completamente a oscuras la noche del lunes y aún carece de colchones, agua o los servicios más básicos para atender a las familias que van llegando a los pocos, según pudo constatar EFE.
Frente a una mesa para registrar a los recién llegados, un coordinador explica a una de las familias que no hay "nada" en el albergue y les pide que se suban a un vehículo para trasladarlos a otra zona de acogida.
De los más de 113.000 desplazados internos que la ONU había contabilizado hasta ahora en casi un año de violencia en el Líbano, la gran mayoría estaban siendo acogidos por familiares o se habían asentado en residencias y viviendas de alquiler.
En medio de la ola de desplazamiento, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, pidió en un mensaje de vídeo a los ciudadanos del Líbano mantenerse fuera de "la zona de peligro" y evacuar las áreas del este y sur del país que Israel está bombardeando.
Hasta el momento, el Ejército israelí aseguró haber bombardeado unos 800 objetivos de Hizbulá en el Líbano, unas acciones que han venido acompañadas de alertas a la población del Valle de la Bekaa y del sur para que abandonen sus casas si estaban próximas a edificios usados por Hizbulá.
El movimiento libanés respondió a la campaña israelí con el lanzamiento de siete tandas de "decenas" de proyectiles contra una serie de objetivos militares en el norte de Israel.
La misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) advirtió de que los bombardeos de Israel, que han afectado a miles de civiles y forzado su desplazamiento, "no solo son violaciones del derecho internacional, sino que pueden constituir crímenes de guerra".
"Cualquier nueva escalada de esta peligrosa situación podría tener consecuencias devastadoras y de gran alcance, no solo para quienes viven a ambos lados de la Línea Azul (la divisoria entre el Líbano e Israel), sino también para la región en general", advirtió la misión de paz en un comunicado.
En este contexto, el comandante de los Cascos Azules en el Líbano, el general español Aroldo Lázaro, estuvo en contacto con "las partes libanesas e israelíes" para trasladar "la urgente necesidad de reducir la escalada", mientras que afirmó que "se están realizando esfuerzos para reducir las tensiones y detener los bombardeos".
El primer ministro libanés, Najib Mikati, anunció este martes que viajará de improviso a Nueva York, donde se celebra la Asamblea General de la ONU, ante la oleada de bombardeos israelíes que la víspera causaron casi medio millar de muertos en el Líbano.
"Dados los acontecimientos actuales, el primer ministro decidió dirigirse a Nueva York para realizar más contactos y, por consiguiente, se cancela la reunión del Consejo de Ministros que estaba prevista para las 11.00", informó el Gobierno libanés en un comunicado.
Estaba previsto que Mikati encabezara esta mañana una reunión del Gabinete de Ministros en Beirut para abordar la situación en el país.
El Ministerio de Asuntos Exteriores español ratifica que ya está preparado un plan de evacuación del Líbano del que no ofrece detalles pero que garantiza que se pondrá en marcha en cuanto se considere necesario en función de la evolución de los acontecimientos.
Fuentes oficiales de Exteriores incidieron en el anuncio de ese plan hecho por el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, desde Nueva York, donde acompaña al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en diversos actos con motivo de la Semana de Alto Nivel de la ONU.
La situación en Líbano es considerada por las fuentes citadas de muy preocupante porque evidencia que la escalada de la que se estaba alertando en Oriente Medio ya ha llegado y nada indica que se vaya a parar.
Ante esa situación tan grave y de alarma insistieron en que España tiene preparado un plan de evacuación que recalcan que no está en marcha y que sólo se activará cuando se considere necesario, pero evitan ofrecer detalles al respecto.
Sí recuerdan que ya se activaron en su momento planes de evacuación en otros lugares como Ucrania, Sudán, Níger o Gaza.
A la espera de que pueda ponerse en marcha, Exteriores vuelve a desaconsejar viajar a Líbano en cualquier circunstancia y a pedir a los españoles que residen allí, de forma especial los que están de tránsito por turismo o trabajo, que abandonen el país en vuelos comerciales que aún funcionan.
El momento que está viviendo el Líbano estuvo presente en la intervención que Albares tuvo en la recepción que ofreció en la residencia del embajador de España ante la ONU al señalar que fue un asunto que habían tratado poco antes en una reunión el presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Al respecto, destacó la labor de los militares españoles que participan en la misión de paz de la ONU en Líbano, la FINUL, y condenó la "tragedia" que está viviendo este país.