La parroquia de Santa María de Torás de A Laracha ha emprendido una serie de renovaciones urgentes en el cementerio para hacer frente al deterioro visible de la techumbre y las paredes, debido al abandono y la falta de mantenimiento. Las obras incluyen la limpieza profunda de las estructuras, el sellado de grietas y la aplicación de tela asfáltica y pintura resistente, con el objetivo de mejorar tanto la funcionalidad como la apariencia del cementerio.

Este proyecto refleja el profundo respeto de la comunidad hacia sus antepasados, particularmente en este cementerio, considerado el más antiguo de A Laracha, donde descansan los restos de las familias fundadoras de la feligresía. Bajo la dirección del párroco Manuel Boullón González, se completó una primera fase que involucró la renovación de 50 panteones, y ahora se está trabajando en otros 171 panteones. Los titulares de estos panteones han contribuido económicamente, con cuotas de 300 euros para aquellos con cuatro panteones y 150 euros para los que poseen dos.

La empresa local Juan Martínez está a cargo de las obras, las cuales se espera concluyan en septiembre. La reforma total tiene un coste estimado de 43.000 euros, con la mayoría de los propietarios participando, aunque aún hay 18 que no han sido localizados. Los vecinos valoran positivamente los avances en las obras, anticipando que embellecerán el cementerio y reforzarán su significado como espacio de respeto para los difuntos.

Además, el párroco ha solicitado fondos adicionales para la reposición de un muro en el atrio del templo, que se ha desprendido hacia la vía que conecta Torás con Caión. Esta obra adicional requiere una inversión de unos 9.000 euros, para los cuales se esperan donaciones voluntarias.