La plantilla de Celsa Atlantic denunció este viernes que los fondos de inversión que se hicieron con la empresa buscan la quiebra de la compañía, líder española en producción de acero y segunda de Europa, para que la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) retire su propuesta de rescate.
Varias decenas de trabajadores y trabajadoras de la factoría de A Laracha, que cuenta con 150 empleos, se concentraron este viernes delante de una sucursal de Deutsche Bank en A Coruña para denunciar el bloqueo de los fondos de inversión a la propuesta de la SEPI respecto a la empresa.
El presidente del comité de empresa, Agustín Méndez, explicó a los medios que la SEPI ha ofrecido 550 millones de euros de fondos públicos para el rescate, junto con otra cuantía que aporta Celsa Atlantic, pero reclama que los fondos de inversión acepten una quita y unos intereses de mercado, que estos rechazan a pesar de que cuando se hicieron con la empresa, en 2018, tuvieron quitas de al menos el 50%.
Ha detallado que en 2018, tras la crisis financiera, la empresa tenía “una gran deuda de la que tuvo que deshacerse”, en un proceso en que “fondos especulativos como Deutsche Bank o Goldman Sachs la compraron con una quita de al menos el 50%”.
La deuda, con sus intereses, se pagó hasta que empezó la crisis por la pandemia y por eso se ha buscado el rescate de la SEPI, que llegó a un acuerdo con la empresa que requiere la citada quita de los fondos de inversión, que “ahora tienen beneficios desde un 80% anuales a un 500% como el Deutsche Bank”. “Lo único que quieren los fondos es que la empresa quiebre y que la SEPI se retire del rescate. Entonces quedaría en manos de fondos buitre y estos fondos no tienen un plan industrial para 4.500 trabajadores”, ha explicado Méndez.
El presidente del comité ha defendido que es un “grupo solvente” que el año pasado tuvo 600 millones de euros de beneficio bruto (EBITDA), lo que da una idea de que su continuidad es viable en una situación actual en la que posee una deuda de unos 2.000 millones de euros. “Reclamamos una financiación real y asumible. Si los fondos mantienen esta postura, nos abocan a parar todas las fábricas por falta de financiación”, ha resumido.
La plantilla considera urgente este acuerdo, pues debe estar sellado antes del último Consejo de Ministros de este mes, que se celebrará el día 28, para lo que faltan poco más de dos semanas. “A los fondos no les piden que pierdan sus beneficios, sino que sean acordes al mercado”, ha añadido Agustín Méndez, que incide en el impacto que tendría el cierre para una zona como A Laracha, con la pérdida de 150 empleos directos y otros tantos indirectos.
El vicepresidente primero y conselleiro de Economía de la Xunta, Francisco Conde, ya ha mostrado su apoyo para que Celsa Atlantic pueda acceder al fondo de ayuda a la solvencia en empresas estratégicas, por lo que ha solicitado a los acreedores que desbloqueen la situación. El Concello larachés también apoya esta medida y ha recordado que la planta, abierta en 2007, es uno de los motores económicos de la zona, por lo que ha reclamado que se defienda el empleo frente a los “intereses cortoplacistas” de los acreedores.