El Concello de A Laracha concurrirá a la línea de ayudas puesta en marcha por el gobierno del Estado para los municipios de zonas afectadas por la transición energética para financiar varios proyectos municipales. Así lo acordó el gobierno municipal en la sesión extraordinaria que celebró este lunes.
Uno de los proyectos que presenta el Concello consiste en la rehabilitación energética del edificio de servicios múltiples. Los tres objetivos principales de la actuación, complementarios entre sí, se centran en la mejora de la sostenibilidad, la estética y la inclusión del edificio con la renovación de su envolvente térmica y de las instalaciones de climatización y la colocación de generadores de energía fotovoltaica. Implicaría la reducción del consumo energético en un 83% y la consiguiente merma de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El otro proyecto tiene por objeto la puesta en valor de terrenos de titularidad pública situados en el entorno del parque empresarial de Lendo con el propósito de aprovecharlos para usos de interés comunitario mediante dos actuaciones diferenciadas.
Por una parte, se pretende crear una senda ciclopeatonal que habilitaría en el interior del polígono industrial plataformas independientes para los tres tipos de tráfico existente: vehículos, bicicletas y peatones. La intervención, que contaría con alumbrado público alimentado por paneles solares, significaría potenciar la movilidad sostenible en condiciones de seguridad y comodidad para los usuarios.
La otra intervención sería la regeneración de la zona verde situada en las cercanías del parque empresarial para que pueda ser disfrutada por los vecinos y sirva a su vez para la práctica deportiva al aire libre. El proyecto contempla la plantación de árboles para cumplir la doble función de disminuir la huella de carbono y servir de pantalla acústica de la zona industrial. Contaría con riego automático para aprovechar las aguas pluviales que se recogen en el entorno que estaría alimentado por placas solares. Los espacios de esparcimiento serían dotados con mobiliario urbano (fuentes, bancos, etc) y, como zonas deportivas, se habilitarían aparatos biosaludables, un parque de calistenia y un circuito para bicicletas de montaña. Los dos proyectos presentan un presupuesto total superior al millón de euros.