A Laracha se consolida como uno de los municipios más atractivos de la Costa da Morte para residir, no solo por su crecimiento constante, sino también por su capacidad para atraer población internacional. Según los últimos datos del padrón municipal, actualizados por el Concello y en proceso de validación por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el municipio residen actualmente 530 personas extranjeras procedentes de 37 países distintos de Europa, África y América. Este dato refleja una comunidad diversa y en expansión, que enriquece la vida social y cultural del municipio.
Entre las nacionalidades con mayor presencia destacan los ciudadanos marroquíes, con 98 residentes censados, seguidos por los originarios de Colombia (75), Portugal (51), Brasil (48), Venezuela (39) y Cuba (25). En conjunto, la población extranjera cuenta con una mayoría femenina, con 282 mujeres frente a 248 hombres.
Este dinamismo poblacional forma parte de una tendencia sostenida. El Concello prevé que la cifra oficial de habitantes a 1 de enero de 2025 se sitúe en torno a los 11.800 vecinos, lo que supondría un incremento de unos 200 respecto al año anterior. Aunque el procedimiento aún se encuentra en la fase de alegaciones, el crecimiento ya es palpable. Como señaló el propio Concello en su comunicado, “o continuo e progresivo aumento de poboación que está a rexistrar o concello da Laracha nos últimos anos é o mellor indicador de que o termo municipal é un bo lugar para vivir, traballar e prosperar”.
En términos de distribución territorial, la parroquia de Torás se mantiene como la más poblada del municipio, con cerca de 4.400 vecinos, de los cuales aproximadamente 3.750 residen en el núcleo urbano de A Laracha. Le sigue la parroquia de Lestón, con 1.500 habitantes —860 de ellos en Paiosaco—, mientras que Cabovilaño continúa como la tercera más poblada, con más de 1.100 residentes. Caión, con 820 habitantes, y Vilaño, con casi 800, completan el mapa demográfico.
La estructura de población también refleja una ligera mayoría femenina: el 51% de los vecinos son mujeres, lo que supone más de 150 más que los hombres. Esta estabilidad demográfica, junto al incremento de población internacional, es vista por el gobierno local como una señal positiva del atractivo del municipio.