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jueves | 14 noviembre | 2024
El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha confirmado que su Gobierno trabaja en el diseño de tres alternativas al viaducto de la A-6 caído y que será trasladada en una reunión el próximo jueves convocada por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, a la que acudirá la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez.
En la rueda de prensa posterior al Consello de este jueves, Rueda ha desvelado que esta misma mañana habló con la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, quien le trasladó "que iba a ser la encargada de coordinar las actuaciones" relacionadas con este puente que ya ha sufrido dos derrumbes --el 7 y el 16 de junio--.
En este contexto, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha confirmado que el jueves 30, en el marco de la reunión, el Ministerio presentará también su propio plan de movilidad que ha elaborado para poner en marcha las "mejoras alternativas" posibles que transiten por esta autovía.
En concreto, el secretario general de Infraestructuras del Ministerio de Transportes, Xavier Flores, mantendrá un encuentro con Ethel Vázquez y con la consejera de Movilidad y Transformación Digital de la Junta de Castilla y León, María González, a las que informará sobre su plan de desvíos.
También la Xunta ha preparado su propia alternativa con tres propuestas, tal y como informó Rueda a la secretaria de Estado con el objetivo de aportar soluciones "cuanto antes" a la conexión entre las provincias de Lugo y León. Son opciones que "pueden ser ejecutadas en un plazo de tiempo breve y en un coste muy asumible".
Según informan fuentes de la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade, la Axencia Galega de Infraestruturas lleva "días trabajando" en la búsqueda de alternativas al corte de la A-6 en ambos sentidos derivado del derrumbe, ya que los transportistas se ven ahora obligados a atravesar el núcleo de Pedrafita do Cebreiro por la N-VI.
La primera de las opciones propuestas por la Xunta, a las que ha accedido Europa Press, es la construcción de un ramal que conecte la N-VI y la A-6, de modo que se pueda volver a la autovía tras pasar el viaducto y antes de los túneles de Pedrafita, lo que implica transitar por la nacional "la mínima longitud posible".
Esta alternativa, cuyo coste se estima en 1,46 millones de euros, permitiría el tránsito de los transportes especiales y podría estar lista en un plazo de tres meses, según los cálculos de la Consellería de Infraestruturas.
La segunda solución, que costaría apenas 150.000 euros porque emplearía carreteras ya existentes, consistiría en habilitar una 'variante de Pedrafita' para que los transportes especiales circulen por ella y no atascar la N-VI en caso de avería. De acuerdo con la Xunta, evitaría el tránsito por la parte más poblada de la localidad, pero tiene la desventaja de que no aprovecha los túneles.
La tercera opción diseñada por la Consellería implicaría habilitar en doble sentido de circulación el ramal de salida de la A-6 en sentido Galicia, de modo que los vehículos se pueden reincorporar a la autovía antes de los túneles de Pedrafita. El coste, según Infraestruturas, sería "muy pequeño" y "prácticamente se podría hacer con medios de la conservación de carreteras".
Se trata de un plan de "muy sencilla ejecución", añade el departamento de Ethel Vázquez, que hará "de forma inmediata" una simulación para confirmar que los transportes especiales pueden acometer el giro. En cualquier caso, circularían por allí de madrugada, aunque ahora "no se está permitiendo, entre otras cosas, por temor a que uno de ellos quede atascado y no haya alternativa de tráfico".
Por ello, el presidente de la Xunta ha insistido, en la rueda de prensa tras el Consello, en que "hay soluciones posibles, relativamente sencillas de ejecutar" y que "pueden ser ejecutadas en un plazo de tiempo breve en un coste muy asumible dada la situación".
Todo ello será evaluado en la reunión entre los responsables autonómicos y estatales se darán cita el próximo jueves, tal y como le confirmó la secretaria de Estado a Rueda en una llamada en la que el mandatario gallego le agradeció su "voluntad de informar", mientras que también le subrayó que "hay que ser muy ágiles" para "intentar dejar pasar el menor tiempo posible".
Y es que, según trasladaron a la Administración autonómica las federaciones de transportistas en una reunión mantenida este miércoles con la conselleira de Infraestruturas, "la situación se está volviendo cada día más complicada", en palabras de Rueda.
Además, sobre si hay planes del Gobierno central para derribar lo que queda del viaducto, el titular de la Xunta no ha pedido que se haga, pero sí ha apremiado a "no estar esperando" sin hacer nada.
En el encuentro de este miércoles, el presidente de la Federación Gallega de Transportes de Mercancías (Fegatramer), Ramón Alonso, dijo que "no estaría mal" que hubiese ayudas públicas directas al sector para paliar las pérdidas de este incidente.
Preguntado al respecto, Rueda se ha limitado a responder lo que le piden los transportistas es buscar "alternativas", como las que ya ha remitido la Xunta, y que esta situación no se prolongue "ni un día más de lo necesario".
Por su parte, el delegado del Gobierno ha reiterado su mensaje de tranquilidad, porque el Estado "está poniendo todos los recursos necesarios para conocer las causas de los daños en el viaducto de O Castro y plantear la mejor solución", a la vez que buscan "alternativas en el corto plazo" para "agilizar el tránsito".
En paralelo, ha remarcado Miñones, el Ministerio "continúa los trabajos para garantizar la seguridad" en la zona y que, "en cuanto se conozcan las causas, se comenzará con la solución".
"El Gobierno está trabajando para recuperar lo antes posible la circulación, para lo que el Ministerio de Transportes está poniendo todos los recursos, con los mejores técnicos especialistas a nivel mundial, así como las mejores empresas para acometer las actuaciones", ha subrayado el delegado.
