Verónica Barbero | “En Igualdad y en Vivienda, Sumar empuja al PSOE a posiciones de izquierdas y valientes”

Verónica Barbero |  “En Igualdad y en Vivienda, Sumar empuja al PSOE a posiciones de izquierdas y valientes”
Verónica Barbero aborda las medidas feministas de cara al Día Internacional de la Mujer | Cedida

Es la única mujer diputada por una provincia gallega que asume una portavocía en el Congreso de los Diputados, la de Sumar, formado asimismo por varios partidos. A Verónica M. Barbero el puesto le llegó en pleno escándalo por el ‘caso Errejón’ pero con un valor a su favor: la unánime confianza de su grupo.

 

La semana del 8-M llega con mucho trabajo parlamentario, como la modificación de la Constitución que plantean para incluir el derecho al aborto. ¿Cuál es el objetivo?
El derecho al aborto no está plenamente garantizado. Casi todas las legislaciones que se hicieron, salvo la de Mariano Rajoy en 2015, fueron para pasar de prohibitivas a permisivas, pero creemos que aún no lo hemos conseguido. Hace un año comenzamos el trabajo, que incluyó reuniones con las asociaciones feministas, que nos expresaron problemas con los que se encuentran las mujeres migrantes, o las que se tienen que desplazar a otras provincias o las que tienen que ir a clínicas privadas, donde en la puerta las acosan... El derecho al aborto no ha alcanzado el nivel de garantía y creemos que hay que ir más allá, en términos constitucionales. Está muy anclado en la salud reproductiva y hay que hablar de autonomía de las mujeres sobre nuestro propio cuerpo. Aunque también es cierto que la propuesta tiene mucho que ver con el avance reaccionario que se produce a nivel global pero también en España. Es una propuesta de avance, pero también frente a grupos machistas con discursos que ponen en peligro todos los avances que consiguió el movimiento feminista.

En cuánto al nuevo Pacto de Estado contra la Violencia de Género, ¿cuáles son las principales novedades para Sumar y cómo fueron las negociaciones con el resto de los partidos?
Las negociaciones fueron un ejemplo de cómo una reivindicación de la sociedad ha alcanzado un nivel de consenso institucional. Solo se ha quedado un grupo fuera, que es Vox, pero ha contado con el trabajo de todas las fuerzas de corte democrático, que son todas las demás. Ha incorporado una cuestión concreta, que es el reconocimiento de la violencia económica como violencia específica. También la violencia vicaria. Para Sumar es un tipo de violencia de género que exige una protección. 
 
¿Cómo va a beneficiar a las trabajadoras la iniciativa que plantean sobre la jornada parcial?
Cuando hablamos de reducción de jornada con carácter general, hay dos cuestiones esenciales. Una que se reconozca para toda la clase trabajadora con contrato a tiempo completo. Pero hay otra que es muy de género. El 74 por ciento de los contratos parciales son de mujeres y la gran mayoría son indeseados. Ya sea porque asumimos tareas de cuidados o porque trabajamos en actividades más precarizadas. Si trabajas en un módulo de 37 horas y media y el módulo es de 36, el salario va a subir. Por ello, pedimos que se mantenga el tiempo de trabajo y lo que hacemos es meter dinero en el bolsillo de las trabajadoras a tiempo parcial.

Volviendo al 8-M, leí un titular suyo en el que decía que a veces parecía que en España no hay ministra de Vivienda. Hay muchas voces que sugieren que a veces también parece que no hay ministra de Igualdad ...
En materia de Igualdad nosotras somos partidarias de ir más allá. Como ejemplo, nuestra propuesta de reforma constitucional, que creemos que apoyará el PSOE. Sin embargo, cuando hace un año se planteó, desde el Ministerio de Igualdad se nos dijo que era muy pronto y que la sociedad no estaba preparada. Para ser sincera, es un poco parecido a lo que pasa en Vivienda. Lo que hacemos desde Sumar es empujar al PSOE a posiciones más valientes y más de izquierdas.

 

Ante los casos de Errejón y el de Monedero, ¿cómo puede la izquierda convencer de que lo que se dice sobre feminismo realmente se practica?
Lo primero es que creo que lo que no podemos pretender es que  la política sea algo diferente a la sociedad. Más bien es su reflejo. En las organizaciones hay personas que vienen de sus casas y hacen cosas de personas. El machismo es una realidad que nos persigue a diario, también en política. A las mujeres se nos interrumpe más, se nos cuestiona continuamente... También hay hombres que cometen actos más graves. En segundo lugar, lo que intentamos es hacer nuestro trabajo como organización. Acabamos de aprobar un protocolo con un buzón para denuncias anónimas, para que el miedo no condicione a las víctimas. Nosotras estamos al lado de las víctimas.

 

Va a tener que tejer ahora el pacto con Junts. Incluso dentro de Sumar hay discrepancias sobre todo el preámbulo, con argumentos que pueden asociarse a la criminalización de la población migrante, como criticó Antonio Maíllo...
Esto es una ley orgánica que conlleva un trámite largo. Hay dos cuestiones diferentes. Como jurista, tengo claro, sin perjuicio de compartir con Maíllo que todo tiene que ser adecuado, que la parte relevante es la normativa. Para nosotras que somos un grupo plurinacional, y para mí que vengo de Sumar Galicia, la delegación de competencias es algo positivo. Creemos en un estado federal. Digamos que entendemos que lo que hay que garantizar, pero no solo si se delegan competencias si no también si no se hace, es una atención a los derechos humanos. Más que este acuerdo nos preocupa el pacto europeo de migración. Lo que quiero es que las personas sean tratadas sin perjuicio de su color de piel o de donde vengan o donde hayan nacido. Y creo que esto es todo lo que nos une a las personas de la izquierda.

 

¿Cómo ve la situación de Galicia y cómo se plantea Sumar Galicia su futuro?
La situación de Galicia la veo preocupante. Porque hay una Xunta que no hace políticas que miran a la ciudadanía. Una persona solicita una discapacidad y tarda tres años en tener un papel. Veo una Xunta que hace políticas de vivienda descontroladas y sin sentido. Creo que, como siempre, ‘la Galicia que funciona’ es para tres, para la élite, para la gente poderosa. Pero no en el día a día, no en la sanidad. En las elecciones, Sumar Galicia no había tomado una posición en territorio, pero somos una organización en la que queremos que la izquierda sume para echar al PP.

 

¿Y se dan pasos da cara a esa unidad de la izquierda?
Igual no pasos mediáticos, pero sí muy necesarios. Tenemos una excelente relación con los compañeros de Izquierda Unida como en Vigo o en Vilagarcía. Mantenemos unas relaciones respetuosas e incluso amistosas. Entendemos que es lo que hay que hacer ahora, que no hay cercanía electoral. Estamos muy centradas en que Sumar Galicia se desarrolle en todas las comarcas, pero siempre en el afán de construir en el espacio, para que la izquierda gobierne en todos los ayuntamientos posibles y en la Xunta. Para eso es necesario un Sumar Galicia fuerte.

 

Se me adelantó la última pregunta, ¿va a haber legislatura para rato? 
La legislatura va para largo y tenemos muchas cosas que hacer... Por eso, trabajamos en iniciativas de largo recorrido. 

Verónica Barbero | “En Igualdad y en Vivienda, Sumar empuja al PSOE a posiciones de izquierdas y valientes”

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