Los usuarios de la AP-9, autopista que vertebra Galicia y principal vía de comunicación de la región, pagan uno los peajes más caros de Europa, los cuales subirán en torno a un 9 por ciento a partir del próximo 1 de enero, en lo que es la segunda mayor subida del siglo.
Se trata de “una subida escandalosa”, según la Federación Gallega de Transportes de Mercancías (Fegatramer), que considera este aumento, a falta del visto bueno del Ministerio de Transportes, “un nuevo agravio” contra empresas, usuarios y transportistas de la comunidad.
Esta tarifa se actualiza cada año en función de dos factores: el IPC y, de forma particular en algunas concesiones de autopistas como la gallega, correcciones que pueden elevar todavía más el peaje.
En el caso de la AP-9, se trata de un 1 por ciento extra de compensación que tiene Audasa, la concesionaria de la autopista, por la ampliación del puente de Rande y la circunvalación de Santiago de Compostela.
“Un coste económico inadmisible para los ciudadanos, familias y empresarios”, ha dicho a Efe Diego Maraña, presidente de la asociación de consumidores En-Colectivo, promotora de la demanda ante la UE en la que se pide anular la concesión der la que disfruta Audasa hasta 2048 y que está pendiente de respuesta por parte de la Comisión.
“Es una autopista que está más que amortizada”, añade Maraña, para quien la anulación de la concesión pondría fin a los peajes y al “agravio” que según Fegatramer están a punto de sufrir los usuarios de la autopista, los cuales pagarán casi 20 euros a partir de enero por viajar entre A Coruña y Vigo.
Fegatramer recuerda que las AP-9 es la principal vía de vertebración de la comunidad autónoma, que enlaza el norte y el sur de Galicia, y advierte de las consecuencias que puede tener un incremento así en un contexto como el actual, de “delicada” situación económico que se espera “empeore en los próximos meses”.