"En estos momentos mi horizonte es agotar la legislatura". Así de tajante se ha mostrado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, quien defiende que, en un escenario estatal marcado por la "incerteza", es más necesario si cabe preservar "la diferencia" que aporta Galicia y que permite "seguir gobernando con estabilidad". Además, considera que "no sería responsable" volver a pedir ya a los gallegos que se sometiesen a unos comicios tras encadenar dos periodos electorales "seguidos".
"En España se van a perder muchos meses de inestabilidad y creo que a la gente lo que le interesa es que estemos gestionando", ha argumentado, en una entrevista concedida a Europa Press, en la que ha remarcado que esta es su percepción "en este momento". De hecho, ha insistido en que, si su interés fuese el electoral, ya las habría acompasado cuando su homólogo estatal, el socialista Pedro Sánchez, anticipó las generales.
No en vano, el dirigente pontevedrés, que cumplió 55 años en julio, ha presumido de nuevo de que el PP gallego dio el 23J uno de los mejores resultados de España a su predecesor al frente de la Xunta y ahora líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. "Pero vi que ese no era el momento (de convocar)", ha esgrimido, para añadir que ahora, a su juicio, "cuando todo en España es inestabilidad, en Galicia tiene que haber una especial estabilidad y certeza".
Superado ya un año como presidente autonómico y dos citas electorales consecutivas --municipales y generales-- como líder del PPdeG, Rueda ha admitido que el tirón de Feijóo como cabeza de cartel pudo tener peso el 23J porque los gallegos "sabían quién les pedía la confianza". Pero también reivindica, "sin falsas modestias", su labor y la de su equipo al evidenciar que "se seguía gobernando con estabilidad".
Con Feijóo ha asegurado que habla cuando lo necesitan alguno de los dos, pero defiende que le ha dejado manos libres en Galicia. Dar indicaciones no es "el estilo" de su antecesor, ha asegurado, pero también remarca que el de Os Peares sabe, además, que él tampoco las "entendería". "Si le he pedido consejo, me lo ha dado; y a mí, a veces, me ha preguntado mi opinión sobre algunas cosas. Indicaciones, ninguna", ha aseverado.
Al margen de manifestar su intención actual de agotar mandato, que finalizaría el verano del año próximo, no ha concretado si la fecha elegida será junio de 2024 aprovechando la convocatoria de las europeas, pero sí ha ratificado que él será el candidato del PPdeG y hará todo lo posible por retener la Xunta.
"Mi objetivo, lo digo con toda sinceridad, es repetir un mandato de cuatro años elegido por las urnas", ha sentenciado y, tras ser preguntado acerca de si se irá en el caso de perder el Gobierno gallego, ha respondido que trabajará para que esto no ocurra y, si sucede, decidirá entonces "lo que fuera mejor para una oposición responsable".
En todo caso, se ha esforzado por alejar el debate de una sucesión gallega, tras recordar que él vivió las especulaciones durante los 13 años en los que fue número dos de Feijóo. También ahora rechaza lecturas de este tipo por el 'ascenso' del presidente provincial del PP coruñés, Diego Calvo, a vicepresidente primero de la Xunta, y la designación de la conselleira Ángeles Vázquez como vicepresidenta segunda.
Así, ha defendido que los nombramientos de Calvo y Vázquez en la remodelación forzada por la salida de Francisco Conde y Rosa Quintana para ir en las listas del 23J responden a que él considera que eran las personas "más indicadas" debido a su "experiencia de gobierno y de gestión". Ha agregado que no son nombramientos concebidos "con vistas a una sucesión".
Rueda encara la última fase del mandato con la elaboración de los presupuestos gallegos para 2024 en el foco más inmediato, pero también con cuestiones pendientes en el ámbito de la relación institucional. Por ejemplo, ha anticipado que "septiembre" es el mes que considera idóneo para empezar con las reuniones con los alcaldes que tomaron posesión tras las municipales.
En la entrevista con Europa Press ha recordado que tuvo peticiones tras los comicios locales, pero que ante el adelanto de las generales, se trasladó que "no era el momento" y considera que fue "entendido". Así, ha remarcado, que empezando por las ciudades, "septiembre será el momento" de mantener unas entrevistas que considera útiles. "No solo para que los regidores hagan reclamaciones, también la Xunta tiene muchas peticiones y coordinaciones que impulsar", ha esgrimido.
¿Y será posible reconducir la relación con el alcalde vigués, Abel Caballero? "Pues de él depende", ha sentenciado el presidente gallego, quien ha afeado que "ninguno de los ofrecimientos de entendimiento" del regidor hasta ahora hayan sido "reales".
Bajo el mandato de Rueda como líder del PPdeG se ha producido un cambio relevante en la provincia de Ourense, donde Luis Menor ha pasado a dirigir la Diputación después de más de tres décadas ligadas al apellido Baltar, primero de la mano de José Luis Baltar y después, de su hijo Manuel Baltar, en los últimos 11 años.
Preguntado sobre cómo se gestó y si confía en que Manuel Baltar, quien ha sido elegido senador por designación autonómica, no optará de nuevo a liderar el PP provincial cuando se convoque el congreso, Rueda ha manifestado que el ourensano es "un político inteligente" y que "entendió que este era un cambio oportuno".
Eso sí, sobre la segunda premisa, relativa a si da por hecho que renunciará a volver a presentarse a un nuevo congreso para revalidar su liderazgo provincial, se ha limitado a responder que es a Baltar a quien corresponde "anunciarlo". De hecho, ha reconocido que fue una "equivocación" haber "anunciado" él que le había trasladado en una conversación que no lo haría. "Yo he hablado con él y lo que hemos hablado lo sabemos los dos", se ha limitado a manifestar.
En la misma línea, ha evitado aclarar si considera que sería lógico que Luis Menor, sucesor de Baltar en la Diputación, tomase también las riendas del partido en la provincia. Además, ha esgrimido que no ve "razón" para urgir el cónclave ourensano y que sea "en fechas diferentes" al resto de procesos orgánicos provinciales.
Y sobre qué rival socialista preferiría en las autonómicas --José Ramón Gómez Besteiro o Valentín González Formoso-- ha ironizado con que no quiere "señalar a nadie para no fastidiar". "No querría meterlos en ese brete porque mi impresión es que nadie tiene demasiadas ganas", ha esgrimido.
En cuanto a las reivindicaciones de la líder del BNG, Ana Pontón, de que trabajará para ser la primera presidenta gallega y si considera que el hecho de ser mujer le aporta un valor añadido como candidata, se ha limitado a manifestar que en la sociedad actual no considera que "eso sea un argumento electoral por sí mismo".
En la entrevista, Rueda ha ratificado que analizará la propuesta de tasa turística remitida por el gobierno de Santiago, que dirige Goretti Sanmartín (BNG), pero advierte de que sería "un error" identificarla como "un freno" a los visitantes. "Yo entendería (esta vía) como una manera de que los destinos turísticos se beneficien de esa afluencia", ha dicho.
Finalmente, ha prevenido contra "los discursos de turismofobia" y sus efectos, y ha rechazado las proclamas de que "en Galicia ya no cabe más gente". "Claro que podemos acoger a más turismo", ha zanjado.
El presidente de la Xunta y líder del PP gallego ha rechazado "la demonización" de Vox y ha proclamado que es "un partido constitucional", al tiempo que ha contrapuesto que Bildu llevó a condenados de ETA en sus candidaturas de las pasadas elecciones municipales del 28 de mayo. "Vox no ha hecho eso, ni creo que lo hagan jamás. Ahí todavía, sinceramente, creo que hay diferencias", ha alegado.
Rueda también ha sido preguntado sobre la relación del PP con Vox en un contexto marcado por las elecciones generales del pasado 23 de julio, en las que su antecesor en la Xunta y líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, logró ser el más votado pero sin sumar los apoyos suficientes que le garanticen ser investido presidente.
El sucesor de Feijóo en Galicia le ha alentado a que lo intente y ha defendido que "ganó" el 23J, por lo que no solo tiene "todo el derecho", sino que "debe" ir a la investidura "siempre y cuando se lo proponga" el rey Felipe VI.
Sobre todo, ha dicho, "con más fuerza y más razones" después de la "absoluta soberbia" del presidente del Gobierno en funciones, el socialista Pedro Sánchez, en su respuesta a la carta inicial en la que el líder popular le urgía una reunión.
Rueda se niega a aceptar que su jefe de filas no tenga opciones de lograr entrar en La Moncloa e incide en que para ello es necesario que "haga movimientos" y "busque apoyos". "Pero, sinceramente, creo que es lo que está haciendo", ha remarcado.
Con la sombra de la estrategia para las generales y distintas visiones en el seno del PP sobre la relación que se debería entablar con el partido de Santiago Abascal --con quien ha trascendido que Feijóo mantuvo un encuentro ya tras el 23J--, Rueda ha sido preguntado acerca de si comparte con el presidente andaluz, Juanma Moreno, que dan "más miedo" algunos de sus dirigentes que Bildu o ERC.
"Vox es un partido constitucional. Me niego a esa demonización", ha contrapuesto, antes de ser repreguntado en relación a que Bildu también es legal y así fue avalado por el Tribunal Constitucional. En este punto, Rueda ha contestado que Bildu llevó a condenados de ETA en candidaturas, algo que considera que la formación de Abascal no haría "jamás", por lo que ha recalcado que, a su juicio, "hay diferencias".
Además, ha rechazado juzgar a compañeros de su partido que han optado por la vía de aliarse con Vox para formar gobierno y ha reiterado que repudia "la demonización de cualquier intento de pactar con Vox" frente a la "bendición y absoluta normalidad" en el espectro de la izquierda de hacerlo, por ejemplo, con formaciones independentistas, algunas con "prófugos de la justicia" que han puesto en riesgo "el Estado constitucional" --en alusión a Junts y Carles Puigdemont--.
En todo caso, ha celebrado no tener que estar en esta situación y, sin clarificar qué haría si en las próximas autonómicas Vox entrase en el Parlamento gallego y él necesitase sus apoyos para seguir como presidente gallego, ha respondido que su objetivo será que no consiga más representación institucional de la que tiene ahora: una concejala en Avión, un municipio ourensano de menos de 2.000 habitantes.
¿Y cuál es el elemento diferencial que pone coto en Galicia a Vox? "Aquí damos batallas culturales y de identidad de Galicia que entienden muchos votantes", ha argumentado Rueda, antes de incidir en el mensaje que los populares exprimen en cada campaña electoral de que "el PPdeG es el partido que más se parece a Galicia".
Además, ha indicado que Vox nació "en un momento de debilidad evidente" del PP en el ámbito estatal, pero confía en la capacidad de Feijóo para volver a aglutinar el voto de este espectro ideológico. De hecho, aunque "no todo", ha defendido que ya el 23J, la primera cita con las urnas a la concurre en el ámbito nacional, ya consiguió "concentrar una parte importante del voto útil".
"Vox disminuyó apoyos, con lo cual yo creo que lo mismo que conseguimos en Galicia estos años, él está empezando a conseguirlo en España", ha defendido.
En la línea de cada dirigente del PP gallego que se ha pronunciado tras las generales, Rueda también ha cerrado filas con Feijóo tras aparecer algunas voces, entre ellas la de Esperanza Aguirre, que lo hizo en público, que sugerían la posibilidad de un cambio de jefe de filas con el foco en la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
"Estoy seguro de que no hay nadie ahora mismo en el PP que suscite el apoyo unánime que suscita Alberto Núñez Feijóo. Incluida la señora Ayuso", ha reivindicado, antes de minimizar la relevancia de las expresiones utilizadas por su compañera madrileña, quien admitió en una rueda de prensa que le estaban llegando mensajes pidiéndole ponerse al frente del partido, que dijo no estar "ni abriendo".
En la misma intervención, aunque para expresar el respaldo a su jefe de filas, Ayuso empleó una frase no exenta de polémica al advertir que no se podía estar el jueves (previo al 23J) "en un mitin con Feijóo, aplaudiéndole", y al martes siguiente "tirándole por un puente".
Rueda ha relativizado estas cuestiones y ha insistido en que no cree que la dirigente madrileña tenga "intención" alguna diferente a la de él mismo, "con independencia de frases más o menos afortunadas": que Feijóo logre los apoyos que necesita y que sea investido presidente del Gobierno. "A veces quieres expresar algo y no te sale bien", ha justificado.
Por otra parte, frente a formaciones que reclaman un nuevo modelo territorial en el marco de las negociaciones de investidura --en esta línea iba una demanda planteada a Sánchez por parte del presidente del PNV, Andoni Ortuzar--, Rueda ha respondido que él está "cómodo" con el que hay en España.
"Y no creo que sea la prioridad. La prioridad ahora mismo, y si le preguntamos a los ciudadanos lo van a decir, es que funcionen bien los servicios públicos, que se siga creando empleo, que la gente tenga trabajo y que se puedan pagar las pensiones", ha aseverado.
Finalmente, con la última visita del rey Juan Carlos I a Sanxenxo (Pontevedra) aún reciente, el presidente gallego ha indicado que no tuvo la oportunidad de hablar ni de reunirse con él, si bien estaba "informado" de sus movimientos por el regidor de la localidad, el popular Telmo Martín.
En todo caso, tras una primera visita en la que, ha reconocido, el emérito "tuvo una exposición mediática quizás excesiva", por lo que aboga Rueda es por que se "normalicen" estos viajes a la comunidad.
Y ha declinado manifestar su opinión acerca de qué le parecería si, como se ha comentado, Juan Carlos I adquiriese una casa en Galicia. "Creo que en este caso le diría que haga lo que estime oportuno y no me tengo que meter mucho más en eso", ha zanjado.