Desbordamientos generalizados de ríos, desprendimientos de tierras, destrozos en mobiliario público e inundación de viviendas, fueron las principales consecuencias de las fuertes lluvias que azotaron a la Costa da Morte y su entorno durante toda la jornada del lunes.

En las inmediaciones del embalse de A Fervenza se registraron algunas de las precipitaciones más intensas de la jornada a nivel de toda Galicia, concretamente en las estaciones de Fontecada, en Santa Comba, con 131,9 litros por metro cuadrado; y de Coto Muíño, en Zas, con 120,9 litros por metro cuadrado. 

A la gran cantidad de agua caída se sumó la apertura de las compuertas del embalse, lo que provocó un incremento rápido del caudal, de tal forma que en la  parte de Ponte Olveira perteneciente a Mazaricos se inundaron varios inmuebles al desbordamiento  el río Xallas.

Uno de los más afectados fue el albergue de peregrinos, en donde el agua anegó por completo tanto la zona de hospedaje como el bar, con algunos enseres flotando sobre el agua. 

Los responsables del negocio, que se encuentra cerrado coincidiendo con el fin de la temporada, culpan de lo sucedido a la apertura de las compuertas del embalse.

También tuvieron problemas en muchas explotaciones agropecaurias, muchas de cuyas propiedades quedaron totalmente anegadas.

En declaraciones a la emisora Radio Nordés, el alcalde de Mazaricos, Juan Blanco, cifraba los daños en alrededor de un millón de euros.

El temporal de lluvia también azotó de forma especial al municipio de Dumbría, en donde a primeras horas de la noche del lunes al martes se produjo un desprendimiento en la carretera que va de Hospital a Cee (DP-.2302), concretamente a su paso por el lugar de Martín, perteneciente a la parroquia de Buxantes. 

Parte de una ladera cayó sobre el vial arrastrando tierras, piedras, árboles y postes de la luz, engullendo finalmente a parte de un garaje, en cuyo interior había tres coches, de los que dos sufrieron daños importantes; y una perrera con tres perros, que están desaparecidos.

A media tarde de este martes se seguía trabajando en la retirada del enorme talud, por lo que la carretera continuaba cortada.

En el mismo municipio también quedó destrozado un tramo de unos treinta metros de la pasarela de la Fervenza do Ézaro.