Fisterra y Japón sellaron este martes un vínculo mágico quedando unidos para siempre para disfrutar del sol, a pesar de los 10.000 kilómetros de distancia que los separan. Mientras el astro rey se iba sumergiendo lentamente en el Océano Atlántico sobre las diez de la noche, a los pies del Cabo Fisterra, en la localidad japonesa de Nachikatsuura, despuntaban las primeras luces del alba, siendo las 5 de la madrugada del 24 de julio.
En el cabo Fisterra se montó un dispositivo especial para la retransmisión en directo de este momento único, en un acto institucional cerrado al público en el que participaron varias autoridades. Acudieron el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso; el vicepresidente y responsable de Turismo, Xosé Regueira; el director de Turismo de Galicia, Xosé Merelles; la alcaldesa de Fisterra, Áurea Domínguez; el físico y catedrático de la Universidade de Santiago de Compostela, Jorge Mira -el promotor de la iniciativa y maestro de ceremonias para conducir el acto- además de representantes de los concellos de la Costa da Morte. Todos ellos fueron testigos directos del último atardecer de la Europa continental y del amanecer de Nachikatsuura, un fenómeno que se produce de forma simultánea sólo dos días al año, el 23 de julio y el 17 de mayo.
Durante la retransmisión, con algunos fallos en la comunicación con Japón, Jorge Mira destacó la importancia de un evento único como este y el hecho de hermanarse “lugares tan distantes donde nace el sol y donde muere”.
La regidora también agradeció la colaboración de todas las administraciones implicadas en este evento y destacó especialmente el papel de Jorge Mira por hacerlo posible. Recordó que el 4 de noviembre del pasado año cuando se hermanaron con Nachikatsuura fue el comienzo de un “compromiso para compartir e intercambiar experiencias entre dos municipios tan distantes”, pero que permanecerán unidos por el naciente y el sol poniente.