La ley del solo sí es sí avanza hacia el Senado después de que este jueves la mayoría del Pleno del Congreso haya mostrado su apoyo a la norma, que, en palabras de la ministra de Igualdad, Irene Montero, será de los derechos más importantes "que podamos dejar a nuestras hijas".
A falta de la votación del dictamen de la ley, que será esta tarde, en el debate parlamentario la mayor parte de los grupos lo han defendido -PP y VOX han expresado su rechazo- aunque también han querido manifestar que no comparten algunas de las medidas recogidas en el texto final y echan en falta otras no incorporadas.
La ley, que ha sufrido cambios durante su tramitación en la Cámara Baja, mantiene la modificación del Código Penal para eliminar la distinción entre abuso y agresión sexual, hace del consentimiento expreso la clave para juzgar los delitos sexuales y garantiza una atención integral a las víctimas.
Además, con las enmiendas incorporadas considera ilícita la publicidad que contribuya a promover la prostitución, reconoce el derecho a la residencia y al trabajo a las víctimas de violencia sexual en situación irregular, en el marco de las autorizaciones excepcionales recogidas en la ley de extranjería.
También el derecho a recibir ayudas a las madres de los menores asesinados por sus parejas o exparejas, como víctimas de la violencia vicaria, y blinda la financiación de las medidas incluidas en el Pacto de Estado contra la violencia de género, al establecerse que el Gobierno deberá aprobar las partidas presupuestarias necesarias.
En esta jornada, tras una larga votación de decenas de enmiendas, solo se han aprobado cuatro en el pleno, la principal, consensuada por el PSOE, Podemos, ERC y Bildu para que los menores que cometan delitos sexuales tendrán la obligación de realizar programas formativos sobre educación sexual y de igualdad de género.
"Hoy es un día muy importante para las mujeres de nuestro país; el solo sí es sí, el hermana yo sí te creo por fin se convierten en una ley; la libertad sexual, por fin, va a ser un derecho en nuestro país, y vamos a cambiar la violencia por la libertad y el miedo por el deseo", ha sentenciado Irene Montero durante su intervención que ha cerrado el debate.
La ministra ha advertido de que la libertad sexual de las mujeres será una realidad a pesar del "ruido reaccionario" de la extrema derecha, de los agresores y de la "justicia patriarcal": "Ustedes hacen mucho ruido, pero les demostramos que las feministas somos más", ha subrayado.
"El movimiento feminista vuelve a hacer historia; se lo debíamos a cada una de las víctimas, nos lo debíamos a nosotras mismas y, probablemente, sea uno de los derechos más importantes que podamos dejar a nuestras hijas en el presente y en el futuro; solo sí es sí, que viva la lucha de las mujeres", ha afirmado.
Ha agradecido a los grupos el apoyo y que hayan tenido un debate "honesto y riguroso", pero ha lamentado que el PSOE en su intervención de este jueves a través de la diputada Laura Berja "no haya reflejado el enorme trabajo" realizado para sacar adelante la norma.
Y es que Berja ha criticado que la ley finalmente excluya el castigo al proxenetismo y que su grupo tuviera que retirar la enmienda socialista, en la pasada Comisión de Igualdad, dirigida a abolir la prostitución para que pudiera salir adelante con los apoyos de los socios del Gobierno en el Congreso.
La diputada socialista sí ha destacado que la del solo sí es sí es una lucha del movimiento feminista y es "una buena ley" porque da respuesta a las víctimas de violencia sexual y cambia el Código Penal para que las mujeres no tengan que volver a gritar en la calle que "no es abuso, es violación".
Marta González, del PP, ha rechazado el texto, porque, si bien el Pacto de Estado de Género comprendía una ley específica contra la violencia sexual, la que ha llegado al Congreso no es la que le gustaría y "habría que eliminarla prácticamente entera": "Parece una soflama de un programa electoral Unidas Podemos", ha dicho.
Para González, esta ley pone en riesgo la presunción de inocencia y será el denunciado el que tenga que probar que en la relación sexual ha habido consentimiento y no a la inversa. Además, ha criticado que desaparezca la distinción entre abuso y violación, y que la norma haya excluido los artículos a la prostitución.
Por su parte, Carla Toscano, de Vox, ha dicho que lo que propone su grupo es proteger a todas las mujeres de la violencia sexual, "pero de la de verdad, no a los inventos" del Gobierno. En su discurso, ha asegurado que "le da pena" que en la calle se dejen de escuchar "ciertas cosas" como: "Dime cómo te llamas y te pido para reyes" o "Ese es un cuerpo y no el de la Guardia Civil", que, a su juicio, son muestras de "ingenio popular".
Sofía Castañón, de Unidas Podemos, ha dicho que la ley es "un clamor" y ha lanzado un mensaje para la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, a la que le ha dicho que la libertad es no tener miedo de volver a casa después de tomarse una caña. "No es de malcriadas, es de demócratas".
Desde ERC, Pilar Vallugera, que ha cargado contra el PSOE por presentar la proposición de ley para abolir la prostitución, ha defendido la ley, porque el cuerpo de la mujer "es un bien protegido de primer rango".
El diputado del PNV Joseba Agirretxea ha reconocido que no todo lo que contiene la ley es del agrado de su grupo, pero ha considerado que "la fuerza y el sentido político y social del solo sí es sí tiene suficiente entidad para ser validada".
Desde Bildu, Isabel Pozueta ha mostrado su apoyo pero no ha compartido el "punitivismo", que, a su juicio, recorre la ley, porque "hay cuestiones que deben resolverse de otra manera".
El Grupo Plural también se ha posicionado a favor de la ley, al igual que Ciudadanos, cuya diputada Sara Giménez ha querido dejar claro que esta ley "no es un eslogan publicitario" sino que protege y mejora la situación de las víctimas.
La CUP ha anunciado su abstención por la inclusión en la ley de la enmienda sobre la publicidad que fomente la prostitución.
La ley ahora pasará al Senado para continuar su camino parlamentario.