El pleno del Congreso ha aprobado definitivamente hoy el polémico proyecto de ley de bienestar animal que excluye a los perros de caza y endurece las sanciones, tras haber votado las enmiendas incluidas en el Senado, de modo que el texto está listo para su publicación en el BOE y entrada en vigor.
El pleno del Congreso ha aprobado una decena de las casi veinte enmiendas incorporadas al texto en el Senado que se incluirán a la nueva ley debatida por última vez en el Congreso en una sesión en la que no ha estado presente la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, impulsora de la normativa, que sin embargo, sí se ha manifestado en la Cámara tras la ratificación del proyecto de ley de bienestar animal para valorar la norma.
Por otra parte, el proyecto de ley de reforma del Código Penal sobre maltrato animal, de carácter orgánico, que también se ha debatido hoy en el pleno del Congreso y que se tramita en paralelo al anterior, está en estos momentos a la espera de la votación de las enmiendas incorporadas en el Senado y del conjunto de la iniciativa que necesita mayoría absoluta para salir adelante.
Sobre el proyecto de ley de bienestar animal ya ratificado, la ministra Belarra ha dicho que "responde a la sensibilidad que tienen los ciudadanos y ciudadanos de nuestro país con los animales que quieren cuidarlos, que quieren protegerlos en su mayoría; creo que hoy empezamos a acompañarlos por parte de las instituciones públicas, que es algo fundamental".
Sin embargo, la ministra ha lamentado "profundamente que el Partido Socialista se diera la mano con el Partido Popular y con Vox para excluir de esta norma a los perros de caza".
"Todos los animales merecen la misma protección, independientemente de a qué se dediquen, y por eso, es una mala noticia que el Partido Socialista, de la mano con el Partido Popular y con Vox hayan excluido de esta norma a los perros de caza".
"Lamento -ha destacado- no haber sido capaz de reconstruir ese consenso que logramos en el Gobierno para proteger a todos los animales".
Durante el debate de ambas normas, desde el Partido Socialista la diputada Gemma Araujo ha reprochado "los bulos" vertidos contra esta ley por parte de grupos como Vox, con acusaciones que no se ajustan a la realidad y que denotan, ha dicho, "que no se han leído la ley o que mienten con el único ánimo de atacar al Gobierno".
La diputada del Partido Popular Milagros Marcos ha señalado de esta normativa que es "el ejemplo de todo lo que no debe hacer un Gobierno, que ha ninguneado a los científicos y a los millones de ciudadanos que quieren seguir cuidando a sus mascotas en este día triste". "Basta de soberbia e infantilismo y demagogia", ha añadido.
Por parte de Unidas Podemos Juantxo López de Uralde ha criticado los intentos desde la oposición de "reventar" esta normativa "con bulos" sobre su contenido "para hacer creer a la ciudadanía la norma no tiene sentido", y que ha impedido "un debate racional".
Desde Vox, el diputado Ángel López ha advertido de que se trata de una ley "llamada a acabar con la dignidad del hombre porque es un engendro normativo y una ley disparatada que rompe con los orígenes, cultura e identidad del hombre".
Por Coalición Canaria, la diputada Ana Oramas ha alertado de la situación "gravísima" que se abre con esta normativa "sin rigor científico" y desde el PNV, Joseba Agirretxea ha tildado de "chapuza" la normativa.
Por su parte, el diputado de Ciudadanos Guillermo Díaz ha criticado las restricciones a los dueños de mascotas con esta ley con planteamientos fuera de la realidad y también ha sido muy crítico Néstor Rego, de BNG, para quien la normativa es "incongruente".
A su vez, la diputada Inés Sabanés de Más País, ha rechazado esta ley "con riesgos y sin garantías plenas de bienestar animal, tras criticar "las concesiones al lobby de los perros de caza".
Genís Boadella, del PDeCat, ha tildado de "desastre parlamentario" la nueva ley, cuya tramitación "ha sido un espectáculo público dentro y fuera del Gobierno", mientras Joan Capdevila, de ERC, ha reprochado la pugna continua dentro del Gobierno y las acusaciones uno al otro sobre quien la dejaría caer o no, bajo "un silencio insultante del Ministerio de Justicia".