El hasta ayer lunes presidente de ERC, Oriol Junqueras, se ha despedido este martes de la militancia con una carta, que ha compartido en redes sociales, en la que entre líneas anticipa su voluntad de recuperar el liderazgo del partido en el congreso nacional del 30 de noviembre: "Lo volveremos a dar todo".
En la misiva, Junqueras informa de que ha abierto "un proceso de reflexión y escucha activa antes de decidir qué es lo mejor para el partido, la ciudadanía y el país".
"Mi propósito es el de seguir escuchándote y hablar contigo, con todos vosotros, desde la confianza y la calma. La escucha activa necesita su tiempo para comprender y pensar de qué forma podemos dar lo mejor de nosotros mismos al servicio de ERC", añade.
Junqueras muestra "orgullo y honor" por haber escrito junto a los militantes "en primera persona una página excepcional en la historia de Cataluña", iniciada en 2011, cuando fue elegido presidente de la formación.
Tras este periodo, en el que recuerda que ha pasado cuatro años en la cárcel y otros tres bajo una inhabilitación para cargo público que todavía pesa sobre él, señala: "Es hora que abramos otra vez las puertas de par en par a la mejor estrategia que ha definido ERC desde sus orígenes: los consensos, la suma, la apertura y la conquista política de los corazones".
"Lo volveremos a dar todo para que la nación se convierta en un nuevo Estado libre, republicano, socialmente avanzado y próspero dentro de la UE", concluye.
Junqueras formalizó ayer ante la dirección del partido su renuncia, anunciada ya el pasado 15 de mayo, y este martes ha acudido nuevamente a la sede del partido, donde ha recogido sus pertenencias y se ha despedido de sus trabajadores.
Con la marcha de Junqueras se pone punto final a una etapa que comenzó en 2011, cuando el tándem formado por él y la aún secretaria general, Marta Rovira, tomó las riendas del partido para dejar atrás la guerra abierta entre Josep-Lluís Carod-Rovira y Joan Puigcercós.
Después de tres reveses electorales seguidos, culminados con la debacle de las últimas elecciones catalanas (de 33 a 20 escaños), ERC se divide ahora entre quienes creen que Junqueras debe seguir pilotando el barco y quienes quieren cerrar definitivamente este capítulo.
La última palabra la tendrá la militancia en un congreso nacional que tendrá lugar el 30 de noviembre.