El Museo Virtual de la Fundación María José Jove ha presentado el proyecto de investigación No curso da auga, en el que se registran 2.000 inmuebles de patrimonio arquitectónico etnográfico fluvial de la provincia de A Coruña, informa la entidad.
El proyecto, que cuenta con el apoyo de la Diputación de A Coruña, sigue la senda de "Arquitectura Límite”, desarrollado el año pasado sobre la construcción industrial en el borde litoral de la provincia.
En No curso da auga. Recursos en liña para o coñecemento e difusión da arquitectura fluvial etnográfica na provincia da Coruña se han inventariado 2.000 inmuebles, que han sido clasificados en cinco tipologías: molinos, batanes, lavaderos, fuentes y pesqueiras.
La investigación se registran 2.000 inmuebles de patrimonio arquitectónico etnográfico fluvial
Además, se ha realizado una selección que destaca por su singularidad, valor histórico y arquitectónico que se muestran a través de imágenes tomadas con dron (videos y fotografías) y la recreación 3D, con una estética muy cuidada y reforzando su análisis, con textos explicativos.
El proyecto reúne, además, a historiadores, arquitectos y expertos en etnografía para analizar las distintas tipologías del patrimonio arquitectónico etnográfico que se encuentran vinculadas a los riachuelos y ríos coruñeses, jugando un papel decisivo en la definición del territorio y el modo en el que estas interactúan con el paisaje.
La alta densidad del patrimonio arquitectónico etnográfico construido en los bordes y en las mismas y casi innumerables corrientes fluviales de la provincia de A Coruña, es el punto de partida para reflexionar sobre su adaptación al entorno, su transformación formal y funcional, su abandono y, en muchos de los casos, su desaparición favorecida por una naturaleza implacable.
Existe una alta densidad de patrimonio arquitectónico etnográfico
Su impacto en el territorio en el que se ubica, tanto desde el punto de vista arquitectónico, como de intervención, modelación e impacto en el paisaje es analizado en estos análisis.
Para ello, el MUV invitó a participar en el proyecto a cuatro arquitectos, David García-Louzao, Elisa Gallego, Cristina Ansede, la especialista en arquitectura etnográfica, Begoña Bas, y Carlos Quintáns, arquitecto de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UDC y coordinador científico del proyecto, que analizaron distintos aspectos del mismo.