El Banco Central Europeo (BCE) decidió este jueves subir los tipos de interés en medio punto porcentual, hasta el 3 %, quinta subida consecutiva, después de que la inflación de la zona del euro se ralentizara tres meses seguidos, y adelantó que prevé incrementar en marzo los tipos en otro medio punto porcentual.
Tras la reunión del Consejo de Gobierno, el BCE informó de que también incrementa en 50 puntos básicos la facilidad de crédito, a la que presta a los bancos a un día, hasta el 3,25 %, y la facilidad de depósito, a la que remunera el exceso de reservas a un día, hasta el 2,50 %.
"En vista de las presiones sobre la inflación subyacente, el Consejo de Gobierno prevé aumentar los tipos de interés otros 50 puntos básicos en su próxima reunión de política monetaria de marzo y posteriormente evaluará la senda futura de su política monetaria", señala el BCE en un comunicado.
El BCE considera que "mantener los tipos de interés en niveles restrictivos reducirá con el paso del tiempo la inflación al moderar la demanda, y también servirá de protección frente al riesgo de un desplazamiento persistente al alza de las expectativas de inflación".
En todo caso, matiza el BCE, "las futuras decisiones del Consejo de Gobierno sobre los tipos de interés oficiales continuarán dependiendo de los datos y siguiendo un enfoque en el que las decisiones se adoptarán en cada reunión".
La inflación interanual de la eurozona cayó siete décimas en enero, hasta el 8,5 %, y encadena tres meses seguidos de descenso, lo que alimenta la esperanza de que la subida de precios en el área del euro haya tocado techo.
Pero la subyacente, que descuenta la energía, los alimentos, el tabaco y las bebidas, se mantuvo en el 5,2 %.
Además, la economía de la zona del euro ha aguantado bien la subida del precio del dinero desde julio del año pasado y ha logrado esquivar la recesión de momento.
El BCE comenzó en julio del año pasado su ciclo más rápido de subidas de los tipos de interés desde su creación en 1999, con cuatro incrementos consecutivos en seis meses de 250 puntos básicos el año pasado, al que se suma el de 50 puntos básicos de hoy, para frenar la elevada inflación en la zona del euro, que se acercó al 11 % en algunos momentos en 2022.