Si el resultado es lo más importante de un partido de pretemporada, el Bergantiños no pudo salir contento de Abegondo el sábado tras empatar (1-1) ante un Fabril que compite una categoría por debajo y que no contó con jugadores de la talla de Jairo, Mella o Yeremay, por ejemplo. Pero los amistosos no están solo para ganar. El equipo de Lemos dejó buenas sensaciones en el choque ante el filial del Deportivo, sobre todo en el primer acto.
El conjunto carballés se mostró como un equipo dominador a través de la posesión de balón ante un Fabril que también se siente más cómodo cuando tiene el cuero ten su poder. El equipo de Óscar Gilsanz, que trabaja para presionar y robar alto, como demostró claramente en el duelo del pasado miércoles ante el Somozas, no fue capaz de recuperar el esférico en campo contrario en casi ninguna ocasión en la primera mitad. El Bergantiños, que manejó alternativas en la salida de balón, circuló la pelota con fluidez y fue capaz de superar líneas a través del juego combinado.
Presión alta
Otro de los aspectos en los que llamó la atención el Bergantiños el pasado sábado en la Ciudad Deportiva de Abegondo fue en la fase defensiva. Armado en 1-4-2-3-1 o en 1-4-4-2 con Adri Pérez más alto para igualar el 1-4-4-2 del Fabril, la escuadra de Lemos demostró que se siente cómodo defendiendo hacia delante, saltando con varias piezas en la presión e impidiendo que el rival juegue en corto. Así robó más de un balón en el primer período. También en defensa organizada se mostró muy solvente el Bergan.
Quizá la única pega fue el pequeño bajón que dio el equipo tras el descanso. Los cambios no le sirvieron al Bergantiños para mantener el nivel de intensidad y dominio de la primera mitad. Encajó el 1-1 y no fue capaz de generar ocasiones claras.