El Liceo se presentaba en el Pavelló Palau 2 con la esperanza de sumar su sexta victoria consecutiva y así continuar con su persecución al Barça. Además, el equipo herculino también tenía la mente puesta en su debut en la WSE Champions League, el próximo jueves, contra el Oliveirense.

Pero antes, el conjunto entrenado por Juan Copa salió al partido contra el Girona muy concentrado y con ganas de mandar. Tal fue esa intensidad que demostró que, apenas un minuto y medio, cuando Àlex Rodríguez, con un disparo lejano abría la lata, para sorpresa local.

Sin embargo, este gol no trastocó los planes del conjunto gerundense, que siguió esperando atrás, confiando en su defensa y salir a la contra. Y, por el momento, les estaba funcionando. Una pérdida de Dava Torres, le obligó a cometer una falta que el árbitro sancionaría con azul, lo que significaba una falta directa para el Girona.

Aparece Martí

Por suerte, la enorme presencia de Martí Serra puso nervioso a Borja Ramón, el máximo goleador del equipo catalán, y fallaría su lanzamiento. Con todo, esto no minó la confianza del Girona, sino que la aumentó. Fue en ese momento, en el que aparecía la figura de Martí, que detenía cualquier oportunidad.

Sus compañeros intentaban romper la férrea defensa que tenían enfrente pero no eran capaces, a pesar de sus intentos. Con esto, se demostraba que el Liceo no estaba cómodo en el Palau 2, pero, por suerte, llegaría el descanso.

Más claridad

A la vuelta del vestuarios, el Girona seguía muy crecido, creando mucho peligro. Sin embargo, como ocurrió en la primera surgió la figura de Martí para detener cualquier iniciativa local.

Además, en ataque el Liceo salió más despejado y eso se vio reflejado en ocasiones más claras. En una de ellas, Àlex anotaría su segundo tanto de partido tras una gran jugada colectiva. Este gol espoleó a los pupilos de Juan Copa y, diez segundos más tarde, conseguiría una falta directa tras una azul a Moi Aguirre. 

Àlex sería el encargado de ejecutarla y con un potente lanzamiento que se coló por la escuadra, consiguió su hat trick para darle mayor tranquilidad al Liceo.

Este tercer tanto encajado dolió y mucho al Girona, que durante un momento bajó los brazos. Sin embargo, poco a poco fui volviendo a ese juego que tanto le molestó al Liceo. Pero, a falta de un minuto para el final, Dava anotaría el cuarto y finiquitaría el partido para darle la sexta victoria seguida al equipo herculino.