Gilsanz y un Dépor que dobla pero no se rompe
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17º-23º

Gilsanz y un Dépor que dobla pero no se rompe

El técnico cumplió 20 partidos en el banquillo ► Firma números de playoff con solo cuatro derrotas
Gilsanz y un Dépor que dobla pero no  se rompe
Gilsanz y Villares se abrazan en el Carlos Tartiere después de la victoria del Deportivo ante el Oviedo | Fernando Fernández

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La capacidad de adaptación a diferentes escenarios es la cualidad que más destaca Óscar Gilsanz cuando se le pregunta por lo que espera que ofrezca su Dépor cada domingo. El técnico de Betanzos era consciente de la importancia de construir un equipo camaleónico en la salvaje Segunda División que presenta diferentes problemas jornada sí, jornada también. Pero además de esa facilidad para adoptar diferentes formas, la maleabilidad le está sirviendo al cuadro blanquiazul para convertirse en uno de los equipos más difíciles de romper en la categoría de plata, agarrándose a los partidos sin importar el estado de inspiración de sus mejores jugadores o, como sucedió el pasado domingo, contratiempos inesperados.


Frente al Cartagena, Gilsanz cumplió su partido 20 al frente del banquillo del Deportivo. Son también sus primeros meses como entrenador en el fútbol profesional, el mayor reto de su carrera. Y probablemente lo mejor que se pueda decir de este trayecto es que el técnico de Betanzos está consiguiendo resultados sin tener que cambiar un ápice su forma de ser, estar... ni de entrenar. El conjunto coruñés ha sumado desde el cambio de técnico 32 puntos de 60 posibles y en la clasificación de estas 20 jornadas sería sexto solo por detrás de Elche, Levante, Mirandés, Almería y Huesca. Los tres primeros son los equipos que comandan también la clasificación general en estos momentos. El algodón no engaña.

 

 

5 JORNADAS
sin perder ha enlazado el Dépor por primera vez, aunque suma tres sin ganar.

 

Difícil de batir


No son malos números para un entrenador recién llegado a la categoría, pero que ha sabido entender a la perfección lo que necesitaba un equipo en la que la mayoría de sus jugadores son igual de inexpertos. La cautela y el saber estar de Gilsanz le ha permitido al Dépor encontrar una estabilidad en los partidos y en los resultados. Ocho victorias, ocho empates y únicamente cuatro derrotas. O, lo que es lo mismo, solo pierde uno de cada cinco encuentros.


Esta velocidad de crucero alejada de la ciclotimia tan propia de la Liga Hypermotion provoca que incluso en fases en las que el equipo no está brillante consiga sumar puntos igualmente para no pasar nunca excesiva hambre. Porque ante el Cartagena, el Deportivo encadenó por primera vez desde la llegada del betanceiro tres jornadas sin ganar, un último mes complicado en el que solo ha cosechado un triunfo en cinco jornadas. Pero, al mismo tiempo, el Deportivo está en su mejor racha sin perder. Esas mismas cinco jornadas.


Lamentaba Garitano, poco antes de que su etapa al frente del banquillo herculino terminase, las dificultades para encontrar continuidad en los resultados: “Cuando no estamos bien perdemos, cuando estamos bien, nos cuesta mucho ganar”. La dinámica con Gilsanz es completamente opuesta. Cuando el Dépor está bien, gana (el promedio es superior a uno de cada tres), y cuando no lo está, apenas sufre derrotas.

Doble Futgal
Doble Futgal

 

Última vuelta de tuerca


Y todo ello sin darse la menor importancia. Apuntaba el técnico hace unas semanas en este diario que su objetivo había sido ir cambiando pequeñas cosas poco a poco para que el equipo fuese modificando comportamientos dando la sensación de que no se había tocado nada.


Pero desde la llegada de Gilsanz, el equipo ha afrontado diferentes transformaciones relacionadas con las soluciones que ha ido encontrando a los diferentes problemas que se encuentra en el camino. Tuvo que empezar sin mediocentros. Con José Ángel y Mfulu lesionados, su apuesta fue por la continuidad con Villares y Mario Soriano llevando la manija hasta que pudo recuperar músculo. Cuando empezaban a asomar ambos, se produjo la salida de Lucas Pérez. El regreso de Jurado y el buen estado de forma de Ximo Navarro permitieron que la reordenación de las piezas diera como resultado al mejor Deportivo de la temporada en resultados, pero sobre todo en cuanto a sensaciones.


A falta de diez jornadas, llega ahora el más difícil todavía. El preparador deportivista afronta la recta final sin sus dos laterales titulares, se espera que Obrador regrese en un par de semanas, pero todo dependerá de cómo evolucione, y con el reto de encontrar recambios fiables en un fondo de armario que hasta el momento no ha ofrecido garantías. En el horizonte, el premio de la salvación y una renovación pendiente. l

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